Obama presiona por acuerdo de reforma migratoria

"Ahora es el momento de hacerlo", dijo el presidente, tras reunirse en Casa Blanca con empresarios

Obama habló tras reunirse en la Casa Blanca con ocho empresarios para subrayar los beneficios económicos de una reforma migratoria.

Obama habló tras reunirse en la Casa Blanca con ocho empresarios para subrayar los beneficios económicos de una reforma migratoria. Crédito: EFE/Ron Sachs / POOL

WASHINGTON — El presidente Barack Obama dijo hoy que espera ver una mayoría bipartidista contundente a favor de la reforma migratoria en el Senado, horas antes de que la cámara alta realice una votación clave para la aprobación esta semana de una reforma que conceda la opción de la naturalización a 11 millones de inmigrantes sin papeles.

“Ahora es el momento de hacerlo”, dijo Obama, refiriéndose a la necesidad de que el Congreso culmine la reforma migratoria antes de su receso veraniego previsto a partir del 2 de agosto.

Obama habló tras reunirse en la Casa Blanca con ocho empresarios para subrayar los beneficios económicos de una reforma migratoria. El grupo incluyó a Steve Case, la restaurantera Brecia López, la fundadora de una empresa tecnológica Karen Lozano y el hotelero Alex Torrenegra.

La Casa Blanca hizo hincapié en el reporte de la Oficina Legislativa de Asuntos Presupuestarios, según la cual el proyecto debatido en el Senado reduciría el déficit público estadounidense en $197,000 millones durante los próximos 10 años y en $700,000 millones la década siguiente.

El Senado votaba en las próximas horas para cerrar el debate sobre una enmienda presentada la semana pasada por los senadores republicanos John Hoeven (Dakota del Norte) y Bob Corker (Tenesí), que modifica el proyecto de ley original para duplicar los agentes de la Patrulla Fronteriza, construir 700 millas de cerca y gastar miles de millones de dólares en equipos tales como aviones no tripulados, radares y monitores antisísmicos a un costo de $30,000 millones.

Los inmigrantes sin documentación podrán legalizarse mientras se implementan las nuevas medidas de seguridad fronteriza, pero sólo podrán obtener la residencia permanente cuando la implementación haya concluido, según el plan cuyo costo se ha estimado en $30,000 millones.

La enmienda Hoeven-Corker incluye dos propuestas del senador Orrin Hatch, republicano por Utah, para impedir que la Seguridad Social calcule los ingresos percibidos por inmigrantes sin papeles, y los impuestos pagados en base a esos ingresos, para recibir cobertura.

Una docena de senadores republicanos han expresado públicamente que votarán hoy a favor de cerrar el debate sobre la enmienda Hoeven-Corker, lo cual podría significar una votación muy por encima de los 60 votos mínimos requeridos, ya que no se prevén votos en contra en la bancada de 54 senadores demócratas.

“Espero que esta tarde los republicanos me acompañen al aprobar las medidas más estrictas de seguridad fronteriza que la nación jamás ha tenido”, dijo Corker al ejercer un derecho de palabra horas antes de la votación.

El grupo de los senadores críticos a la enmienda, y al proyecto de ley, está encabezado por el republicano de Alabama Jeff Sessions, quien sostiene que la legislación legaliza a los inmigrantes sin papeles sin contar con garantías suficientes de que aumentará la seguridad en la frontera.

Otros republicanos que han criticado insistentemente la iniciativa son Chuck Grassley (Iowa), Mike Lee (Utah), David Vitter (Luisiana), James Inhofe (Oklahoma), Ted Cruz y John Cornyn (ambos por Texas).

De resultar positivo, la enmienda será votada para su aprobación final a más tardar el miércoles y dejaría el camino despejado para que el proyecto de ley sea votado a fines de esta semana.

Desde que la enmienda Hoeven-Corker fuera presentada la semana pasada, los ocho autores del proyecto de ley original han expresado su expectativa de que el proyecto de ley sea aprobado en el Senado con 70 votos como una manera de presionar a la cámara baja a aprobar una reforma migratoria con un enfoque similar.

Una aprobación en el Senado no garantiza éxito en la cámara baja, cuya mayoría republicana se ha mostrado reacia a brindar la opción de la naturalización a personas que permanecen en territorio estadounidense sin documentos.

El jefe de la bancada mayoritaria, el demócrata por Nevada, Harry Reid, dijo el lunes que “cuando la reforma migratoria sea aprobada en el Senado, el presidente de la cámara baja (el republicano por Ohio John Boehner) debería votarla también en el pleno de la Cámara de Representantes. En vez de intentar forzar una ley designada para complacer solamente a la derecha, mi amigo el presidente de la cámara baja debería solamente tomar el camino más fácil”.

La comisión judicial de la cámara baja se ha concentrado hasta el momento en proyectos de ley separados y con énfasis en medidas restrictivas a la inmigración ilegal. Por ejemplo, la semana pasada un proyecto de ley que busca aplicar duras penas a cualquier persona que se encuentre en Estados Unidos sin permiso de residencia. Los demócratas calificaron la legislación como peligrosa.

En el mejor de los escenarios, las negociaciones entre ambas cámaras podrían comenzar cuando el Congreso reanude sus actividades otoñales a partir del 9 de septiembre.

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