Brasil frente a la ‘pesadilla’ de Uruguay

El brasileño Hulk (19) quien disputa el balón con el mexicano Gio dos Santos (10), será de la partida frente a Uruguay

El brasileño Hulk (19) quien disputa el balón con el mexicano Gio dos Santos (10), será de la partida frente a Uruguay Crédito: AP

Belo Horizonte, Brasil/EFE — Una dura selección uruguaya y el sempiterno fantasma del ‘maracanazo’ son los escollos a los que se enfrenta hoy Brasil con el objetivo de alcanzar la final soñada de la Copa Confederaciones.

Con un Neymar en pleno auge -autor de tres goles, uno por partido-, Brasil parte como favorito, pero el Uruguay de Edinson Cavani, Luis Suárez y Diego Forlán, una delantera goleadora que ansía volver a ser el verdugo de los anfitriones.

El estadio Mineirão de Belo Horizonte, construido en 1965 a semejanza del Maracaná, será el escenario de este clásico suramericano, más que nunca revestido con los ribetes de la historia de 1950.

Pese a los cinco títulos mundiales que gozan en sus vitrinas, los brasileños nunca han conseguido borrar el indeleble recuerdo de la derrota por 2-1 contra Uruguay en la final del Mundial de 1950 en un recién inaugurado Maracaná, con 200.000 espectadores en las gradas.

El seleccionador uruguayo, Óscar Washington Tabárez, se encargó de recordar que la Celeste es una reconocida ‘aguafiestas’ y hoy tratará de revivir la peor pesadilla que atormenta al autodenominado ‘país del fútbol’.

El portero brasileño Julio César, que sabe que la Celeste siempre suele ser un rival durísimo, puntualizó que en los últimos cruces de ambos equipos en las fases finales de una competición oficial, en las ediciones de 2004 y 2007 de la Copa América, Brasil y Uruguay llegaron a la tanda de penales.

La última vez que se jugó el clásico, en 2009, fue un paseo para Brasil, que ganó por un contundente 4-0 en Montevideo por las eliminatorias mundialistas.

Anecdóticamente, la única vez que Uruguay jugó en el Mineirão fue dos días después de su inauguración, el 7 de septiembre de 1965, cuando Brasil ganó 3-0 con un equipo integrado exclusivamente por jugadores del Palmeiras.

Con todos esos ingredientes históricos, Brasil tiene en mente el futuro, la final del próximo domingo, y para alcanzarla intentará poner en práctica el buen fútbol que ha dejado entrever en algunos momentos de la Copa Confederaciones.

La receta del técnico Luiz Felipe Scolari pasa por arrinconar a sus rivales con un inicio de partido muy intenso, después atosigarlos con presión en el centro del campo y aprovechar la habilidad y movilidad de sus jóvenes talentos, en especial, de Neymar, elegido el mejor jugador de los tres partidos de Brasil.

Esa presión en el centro del campo ha convertido a los anfitriones en el equipo con más faltas cometidas de la competición, 67 en total, lo que anticipa un duelo duro en la zona media con un equipo tan huesudo como Uruguay.

Precisamente, el sector del centro del campo es el que plantea más dudas para Tabárez, que podría optar por una pareja de volantes curtida en el fútbol italiano: Egidio Arévalo Ríos, del Palermo, y Diego ‘Ruso’ Pérez, del Bolonia.

En el sector ofensivo parece tener menos dudas, por lo que se espera que alinee al poderoso tridente ofensivo formado por Cavani, Suárez y Forlán.

Suscribite al boletín de Deportes

Recibe gratis el boletín de deportes que un verdadero fan no se puede perder

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain