Ultimo adiós al ‘Chucho’ Benítez

Rueda destaca que el goleador sacrificó su familia por cumplir con su profesión

Escena del sepelio del futbolista ecuatoriano Cristian 'Chucho' Benítez ayer en Quito. A la derecha, el exfutbolista Cléber Chalá, carga el féretro de su yerno.

Escena del sepelio del futbolista ecuatoriano Cristian 'Chucho' Benítez ayer en Quito. A la derecha, el exfutbolista Cléber Chalá, carga el féretro de su yerno. Crédito: EFE

QUITO/AP — Miles de ecuatorianos acudieron el sábado a un servicio religioso público para despedir el delantero Christian Benítez, en medio de escenas conmovedoras y lágrimas de familiares y fanáticos minutos antes de su inhumación.

‘Chucho’ Benítez falleció el lunes en Qatar de un infarto. El médico de la selección ecuatoriana, Patricio Maldonado, indicó el viernes que una segunda autopsia realizada en Quito reveló que el goleador padecía de un defecto cardíaco congénito imposible de detectar.

“(Benítez) fue leal a sus dos amores: la familia y el fútbol, pero sacrificó su familia por estar cumpliendo con su vocación y con su profesión, la pelota”, dijo ayer sábado el entrenador de la selección de Ecuador, Reinaldo Rueda, parado ante el féretro del jugador, que estaba cubierto con la bandera ecuatoriana.

“Nos cuesta creer todo lo que ha pasado”, manifestó el asambleísta y exgoleador histórico de la selección, Agustín Delgado. “Benítez desaparece, pero queda en el corazón de todos nosotros. No es un adiós, es un hasta luego”.

En el servicio religioso, presidido por el arzobispo capitalino Fausto Trávez, estuvieron presentes el presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, Luis Chiriboga; el ministro de Deportes, Francisco Cevallos; jugadores de la selección y de equipos ecuatorianos.

Al final de la misa, los restos de Benítez fueron trasladados por el norte capitalino presidiendo una caravana vehicular, mientras fanáticos apostados a los costados de la calle aplaudían el cortejo, hasta llegar al cementerio elegido por la familia para la inhumación de los restos, ceremonia reservada únicamente para sus más allegados.

Benítez, de 27 años, estaba en Qatar recién contratado por el club El Jaish. La primera autopsia realizada en ese país señaló que la muerte fue por un paro cardiorrespiratorio.

Miles de personas desfilaron desde la mañana del viernes ante el féretro del jugador, que fue expuesto en el coliseo Rumiñahui de la capital, para rendirle un tributo a uno de los máximos ídolos del fútbol ecuatoriano.

El cadáver del goleador arribó en la madrugada del viernes luego de un viaje de unas 20 horas desde Doha.

Desde la llegada del cuerpo de Benítez, cientos de fanáticos se congregaron en el aeropuerto, en los costados de la carretera hacia la capital y le acompañaron en una extensa caravana de vehículos.

El futbolista ecuatoriano fichó con El Jaish en julio luego de ganar el título del torneo Clausura mexicano con el América.

Benítez murió un día después de haber jugado su primer partido con El Jaish. Dirigentes ecuatorianos señalaron que el goleador fue llevado al hospital con un fuerte dolor estomacal.

El Jaish indicó que Benítez se había quejado de dolor estomacal, pero señaló que en general estaba fuerte y saludable. El club dijo que el goleador superó un examen médico el 4 de julio y no se quejó de malestar durante el partido del domingo, en el que disputó los últimos 10 minutos.

Benítez inició su carrera con El Nacional de Ecuador, luego brilló con Santos Laguna y América de México, con un breve paso entre medio por el Birmingham City de Inglaterra. También jugó el Mundial de 2006 con la selección de Ecuador, y tenía bien encaminado al combinado en las eliminatorias rumbo a la Copa del Mundo de Brasil 2014.

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