La más ‘in’ de las coles

El kale o col rizada está en boca de todos, literalmente

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Crédito: thinkstock

Nueva York — Porque hasta en la comida existen las tendencias de moda, podríamos decir que la última reina de las pasarelas, o en este caso, de las cocinas, es la col rizada o el kale, como se le conoce en inglés.

Son muchos los restaurantes de la ciudad donde la muy verde col ha hecho su aparición, preparada en alguna versión de ensalada, bien sea con quesos o frutas, o en formas más originales, envolviendo cierto tipo de carne o vegetal, en jugos o hasta como chips.

Además de por su sabor, la col rizada se volvió muy popular porque es rica en sustancias naturales que han demostrado tener poderosos efectos protectores sobre nuestras células.

“El kale es una fuente excelente de nutrientes, especialmente porque está lleno de vitaminas A, C, K y calcio. Posee una combinación de minerales y fitonutrientes, que lo convierten en una comida perfecta para quienes están tratando de adelgazar”, explica Ingrid Macher, entrenadora certificada y experta en salud holística.

Una taza de col rizada cocinada proporciona un 10% de la cantidad de fibra diaria recomendada. “Aún mejor, cuando la comemos cruda, obtenemos fibra y agua, lo que nos ayuda a llenarnos más pronto. La fibra logra que nuestro cuerpo se sienta saciado más rápidamente”, dice Macher.

Su color verde tan definido anuncia una gran presencia de clorofila, algo así como la sangre de las plantas. El consumo de col rizada es muy favorable en la recuperación de los procesos anémicos, asociado con otros alimentos. Además, debido a su alto nivel de beta-caroteno y antioxidantes, la consideran un vegetal poderoso para combatir enfermedades como el cáncer y las enfermedades cardíacas.

La mezcla de ella con otros alimentos es una buena manera de satisfacer el estómago. “Comer kale hace que mantengamos una digestión suave, nos ayuda a evitar la hinchazón, a combatir la retención de agua y al mismo tiempo, a cargar nuestro cuerpo con nutrientes que contribuyen a desintoxicarnos y liberarnos de las toxinas que consumimos a diario”, agrega Macher.

Lo más común y sencillo es comerla cruda. La col rizada se puede cortar de manera fina y combinarla con otros vegetales o legumbres. Al igual que la lechuga, queda muy bien mezclada con quesos, cortes finos de carnes, frutas y demás ingredientes para ensaladas, siempre acompañada de un buen aderezo.

Su sabor neutro permite que se adapte muy bien a todo tipo de preparaciones. Por ejemplo, muchos la toman en jugo, mezclada con frutas dulces. Aunque otros la disfrutan por sí sola.

Y si la quiere cocinar para acompañar algún pescado o carne, una receta fácil es separar las nervaduras gruesas de las hojas y colocar el resto en un recipiente con abundante agua hirviendo. Primero se cocinan las nervaduras durante cinco minutos y luego las hojas enteras, por tres minutos más. Una vez que se ha cocinado, córtelas finamente y colóquelas en un tazón con salsa de soya.

Unase así a la moda, y bien sea preparada en casa o en su restaurante favorito, no deje de disfrutar de este súper alimento que tiene a todos conquistados.

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