Chantal Andere se encuentra de lleno en el ‘vendaval’

La lista de villanas a las que ha interpretado es tan larga que Chantal Andere hasta ha perdido la cuenta.

Ella lo que quiere ahora es dar vida a las “buenas” de las telenovelas.

“Hacer una buena, buena, ha sido difícil. Entiendo esa parte porque me ven como villana ‘de cajón’. A los productores les da miedo arriesgarse como ya está comprobada la fórmula”, dijo vía telefónica desde la Ciudad de México.

En la serie Diseñador ambos sexos debutó como comediante en 2000 y después lo repitió en la segunda temporada de S.O.S.: Sexo y otros secretos en 2008. Pero en las telenovelas no surgieron nuevas oportunidades.

Incluso admitió que, para sus diversos roles de villana, ha optado por hacer cambios de imagen para así diversificar un poco su trabajo en la televisión.

“La verdad, es difícil hacerlas diferentes cuanto son tantas. Por eso algunas [actrices que al igual que ella han hecho muchas villanas] hasta salen peinadas igual. Yo por eso trato de cambiarme el color de cabello o algo para que no sea lo mismo”, dijo.

Pero su más reciente personaje como Octavia Cotilla en La mujer del vendaval, prometió que será alguien más humana, sin dejar los malos actos a un lado, como era de esperarse.

“Es una villana diferente. Tiene una forma de ser diferente con todo mundo…. A veces te va a caer bien, a veces mal”, comentó sobre la serie estelarizada por Ariadne Díaz y José Ron.

A pesar de eso, asegura que no le gustan los papeles reformados en el transcurso de la historia.

“Ya una vez que empieza mala, no me gusta que termine de buena, como ocurrió en Amor real”, dijo sobre la producción protagonizada por Adela Noriega y Fernando Colunga.

Su requisito a la hora de aceptar un papel, según comentó, es sencillo.

“Busco que sea un personaje que me enriquezca, amo mi trabajo. Nunca he llegado tarde en toda mi carrera”, dijo la histrión con más de una década y media de trayectoria e hija de la reconocida actriz Jacqueline Andere.

También acepta las limitaciones que tiene esta carrera, a las que se acopla como lo dicta el guión.

“En esta telenovela soy madre de una joven. Si en la sinopsis dice eso, hay que aceptar las transiciones. Eso es lo de menos. Cuando se tiene entre 38 y 42 años es ese cruce de tener una hija”, aseguró sobre parte de la biografía del personaje de La mujer del vendaval.

Esta historia, agregó, fue grabada en diversas locaciones de México, incluyendo playas como Huatulco, una hermosa hacienda a dos horas de la Ciudad de México, así como paisajes de Xalapa, Veracruz. “Los mexicanos en Estados Unidos quizás vean los lugares que conocen: visualmente funcionan muy bien”, expresó.