Entre pastas y gays

Guido Barilla.

Guido Barilla. Crédito: Archivo / AP

Sociedad

El ser humano evoluciona y, con ellos, las sociedades también. Allá por los 80 mi madre provocó sin querer la estupefacción de algunos familiares cuando en una cena sirvió a los invitados “penne a la puttanesca”, que es básicamente un tipo especial de pasta con una salsa preparada a base de tomates, aceitunas, ajo, alcaparras, aceite de oliva y anchoas.

A estas alturas es difícil que alguien frunza el ceño ante la mención del “penne a la puttanesca”, pero si hay muchos ceños fruncidos por las recientes declaraciones de Guido Barilla, principal de la muy conocida marca italiana de pasta “Barilla” que creo muchos habremos utilizado en nuestros hogares.

En una reciente entrevista con una radio italiana, al ser consultado sobre si usaría parejas del mismo sexo en la promoción de sus productos, Guido Barilla dijo lo siguiente:

“No lo haría, y no por falta de respeto a los homosexuales quienes tienen el derecho de hacer lo que ellos deseen sin molestar a otros. Yo no veo las cosas de la manera que ellos lo hacen, y pienso que la familia de la que nosotros hablamos es la familia clásica”.

Más adelante el entrevistador inquirió sobre si no le preocupaba el efecto que sus declaraciones pudieran tener en los consumidores de la comunidad homosexual, Barilla comentó “Si a ellos les gusta nuestra pasta y nuestro mensaje ellos la comerán, pero si a ellos no les gusta lo que decimos, comerán otra pasta”.

Las declaraciones del titular de la compañía han despertado, como es lógico, la ira de la comunidad gay, quienes han llamado a un boicot en contra de los productos Barilla y han iniciado una persecución en contra de Guido Barilla a quien acusan de homofóbico, ignorando el hecho de que en la misma entrevista este caballero dijo que está a favor de los matrimonios del mismo sexo, aunque se opone al derecho de adopción para ellos.

Y ahora vienen mis veinte centavos de agregado al tema. De manera personal he evolucionado con la sociedad, apoyo el derecho de las parejas del mismo sexo a gozar de todos las atribuciones inherentes a las parejas heterosexuales, pero no puedo entender cómo una comunidad que ha sido históricamente marginada y tratada con absoluta intolerancia, son ahora los abanderados de esta. El que el señor Barilla exprese su opinión sobre el tema es su derecho y debe ser respetado. El llamar a un boicot de los productos Barilla es también el derecho de la comunidad gay, pero entrar en el plano de las acusaciones personales, llamando homofóbico a un hombre que, basado en sus declaraciones, evidentemente no lo es, es una táctica que estoy seguro está causando una reacción negativa en muchos que como yo simpatizamos con su lucha, pero a quienes nos preocupa sus posiciones extremas, y su intención de imponer a rajatabla su visión de la vida al resto de la sociedad, sin respetar las posturas ajenas. Harían bien en rediseñar su estrategia si desean continuar ganándose el apoyo general.

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