Sé tu propio plomero en casa

No siempre será necesario un plomero.

No siempre será necesario un plomero. Crédito: Agencia Reforma

¿Nunca te ha pasado que tienes goteras en tu casa y no hay ningún plomero que te eche la mano?

Pues ya no te preocupes, porque con unos sencillos trucos y consejos puedes mantener el desperfecto a raya mientras consigues a un experto que te ayude y lo repare como se debe.

Las tuberías son las que más lata dan y sobretodo las goteras. Tan solo escuchar el ruido de las pequeñas gotas cayendo en tu baño es un dolor de cabeza, pero es muy sencillo arreglarlas.

Ten paciencia y consigue las herramientas adecuadas. A continuación los desperfectos y reparaciones más comunes.

Cuando hay una fuga en la tubería del lavamanos, por lo general se debe a que las rondanas (pequeños anillos), también conocidos como sellos de empaque, ya están desgastados.

Primero debes de chequear qué tipo de grifo tienes (de bola, cartucho o compresión), luego:

1. Cierra el paso del agua

2. Desenrosca el tornillo

3. Saca el cartucho y compra uno nuevo.

Debes adquirir uno que sea igual al que tenía; después acomódalo en su lugar para evitar fugas de nuevo.

El inodoro es otro que siempre da problemas. Asegúrate de mantenerlo a raya.

Primero chequea de dónde proviene la fuga. Si es de abajo de la taza y hay charcos en el piso, seca bien esa parte y coloca silicón alrededor de la taza. Esto evitará fugas por uno o dos días, mientras localizas a un plomero.

Si la taza del baño desborda agua, lo más seguro es que el tapón de la caja ya está viejo, cierra la llave del agua y cámbialo por uno nuevo.

Hasta 1,300 galones de agua potable al mes se pueden perder si no revisas las fugas de tu inodoro.

Para detectar fugas invisibles, cierra la llave general de agua hasta que no salga líquido por el inodoro.

Si la aguja del medidor sigue girando, es señal de que hay una fuga. Las paredes húmedas son la advertencia de que hay una fuga interna en tu casa o edificio, no intentes nada, corre a buscar a un plomero.

Cuando nuestros enchufes se echan a perder y deseas cambiarlos, primero desconecta la corriente eléctrica, retira el enchufe quitando los tornillos que lo fijan a la caja y, con cuidado, quita los cables y pónselos al nuevo enchufe, dejando el color verde y amarillo en el centro.

Atornilla bien para que el nuevo enchufe funcione. A veces necesitamos taladrar en los azulejos, pero nos da miedo que se cuarteen.

Para evitar esto, perfora primero con un punzón y martillo. Con esto marcas el lugar y penetras en la superficie más delicada.

Antes de usar el taladro cubre el azulejo con cinta de aislar, para que lo demás no se dañe. Al usar el taladro hazlo suavemente y bien apoyado.

Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain