Chocan las versiones entre familiares de “Baby Hope”

El supuesto asesino confeso de la menor se declaró “no culpable” del delito. Y la versión de la madre de la pequeña desmiente lo declarado por su hija mayor

Margarita Castillo pudo negarse a creer que su hija estaba muerta.

Margarita Castillo pudo negarse a creer que su hija estaba muerta. Crédito: EDLP / Mariela Lombard

Pasaron 22 años antes de que “Baby Hope” pudiera ser identificada, al igual que su supuesto asesino, el “primo” Conrado Juárez. Sin embargo, decir que se le ha hecho justicia a la pequeña Anjélica Ramírez podría ser muy prematuro ya que todos los días surgen detalles que complican al pueblo el seguimiento del caso.

El primer nubarrón que urge despejar es si Conrado Juárez verdaderamente cometió el crimen. El sábado se informó que el hombre supuestamente confesó los horrendos detalles del asesinato de la menor a la Policía de la Ciudad de Nueva York. Pero el domingo, su abogado, Michael J. Croce, aseguró que su cliente es inocente y que no existe una sola pieza de evidencia forense en su contra. ¿Cierto o no? Habrá que esperar al juicio.

Sólo dos personas habrían podido corroborar su testimonio: Su hermana y supuesta cómplice, Balvina Juárez, pero ella falleció hace unos años y el taxista que lo condujo a la zona del Henry Hudson Parkway, donde en el 1991 fue abandonada la hielera con el cuerpo de la pequeña adentro. Se desconoce si las autoridades han podido contactar a ese potencial testigo, que sólo podría decir si recuerda haber ofrecido servicio a un hombre que cargaba una hielera azul. La misión de hallarlo es titánica, tomando en cuenta la gran cantidad de personas a las que todos los días los taxistas de NYC ofrecen servicio.

Se conoce que las autoridades se mantienen trabajando su caso contra Conrado Juárez, quien permanece preso, sin derecho a fianza. También intentan hallar en Puebla, México al padre de la menor, identificado como Genaro Ramírez.

Mientras ese proceso ocurre, en la libre comunidad tanto la madre de “Baby Hope” como una de sus hermanas han ofrecido declaraciones que lejos de ayudar a entender lo ocurrido, arrojan dudas.

Ayer, por primera vez, Margarita Castillo, madre de “Baby Hope”, reveló al New York Post que hace años ella fue al apartamento donde se suponía estaban las menores y que Conrado Juárez le pidió dinero para entregárselas. Añadió que después el hombre le dijo que él se había ido a México y que cuando regresó alguien le había dicho la otra niña (Baby Hope, Anjélica) había muerto.

Castillo relató al New York Post que ella le preguntó a Juárez: “¿Dónde la enterraron?” . Supuestamente el hombre le respondió que no sabía.

La entrevista con el New York Post fue el mismo día en que la mujer relató su versión de los hechos a El Diario / La Prensa, en la que recordó que en el 1997 Conrado Juárez le llevó a su casa a la niña que sobrevivió, Maribel. “El señor Juárez la trajo y le dijo ‘mira esa es su mamá’ y me la dejó”, recordó. “No me dijo nada más. Yo estaba muy contenta de tenerla nuevamente. Ella no sabía de su hermanita, sólo nos decía que la recordaba llorando mucho, pero era muy pequeña para tener recuerdos claros”.

Esas son sus palabras. Muy distintas a las de su hija mayor, Lorena, quien el martes sostuvo en entrevista que su hermana Maribel le había contado que Anjélica (Baby Hope) había sido asesinada.

No sólo eso. Lorena dijo que hace dos años le preguntó por su hermanita y por su padre a Margarita Castillo, y que la mujer le respondió que Anjélica “había desaparecido. Que ella intentó por todos los medios encontrarla, pero fue muy difícil”.

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