Platillos de restaurante en NYC llevan nombres de peloteros

El sabor del "Clásico de Otoño" está en el restaurante El Nuevo Caridad de Washington Heights

El platillo de Carlos Beltrán: sancocho, arroz blanco, ensalada de aguacate, tostones y flan.

El platillo de Carlos Beltrán: sancocho, arroz blanco, ensalada de aguacate, tostones y flan. Crédito: EDLP / Gustavo Martínez Contreras

Nueva York — Al menos dos de los beisbolistas latinos participando en la Serie Mundial de este año han dejado huellas de su sabor en una esquina de Washington Heights.

Son David Ortiz de los Medias Rojas y Carlos Beltrán de los Cardenales, cuya habilidad a la hora de comer, y no a la hora de jugar pelota, los metió al Salón de la Fama del restaurante El Nuevo Caridad en ese vecindario.

Cada uno de los miembros de este ‘club de inmortales’ presta su nombre para bautizar a los platillos que los han distinguido en sus visitas al establecimiento en el Alto Manhattan.

“Cada uno de ellos pide lo que más le gusta comer, pero los platos que tienen sus nombres son esos que se comieron la primera vez que entraron por la puerta de nuestro lugar”, comentó Miguel Montás, dueño del comedor.

El restaurantero asegura que Ortiz y Beltrán tienen un buen diente, y cree que es posible que la comida influya en el desempeño de los peloteros.

“Ellos son duros bateando”, apuntó. “Y es muy posible que gracias a lo que comen tengan toda esa fuerza en el bate”.

El “Big Papi”de los Medias Rojas se engulle un plato de mangú con longaniza, ensalada de aguacate y de postre un cheesecake, energía apenas suficiente para los 30 cuadrangulares que pegó en la campaña y los cinco que lleva en esta postemporada. “A David le gusta comer bien”, dijo Montás.

La madera de Beltrán se nutre con un buen sancocho acompañado de arroz blanco, ensalada de aguacate, tostones y flan para cerrar dulcemente una carga que dio 24 vuelacercas este año más uno en los playoffs.

A cargo de preparar estos platillos se encuentra el chef David Cohen, apasionado a la pelota, como buen dominicano. “Claro que es divertido preparar estos guisos porque se mezcla mi trabajo con el deporte que más me gusta”, dijo.

Aunque su idea era siempre vincular su negocio con el deporte, crear un menú con peloteros no era algo que Montás tuviera en mente hasta que conoció a un verdadero legendario.

“En 1996 me invitaron a Cleveland para conocer a Roberto Alomar, quien me dijo que cuando viniera a jugar a Nueva York me iba a hablar. Yo lo dudaba, pero lo hizo, me pidió que lo fuera a ver y lo traje al restaurante”, recordó.

El gran segunda base puertorriqueño jugaba para los Orioles de Baltimore en ese entonces y llegó a la Gran Manzana con hambre, relató Montás.

“Vino antes del juego con muchos amigos. Le gustó tanto lo que le servimos que regresó después del partido de esa noche y me dijo, ‘cada pelotero va a saber de usted y su comida’”, rememoró.

Desde entonces, el caldo de pollo del Nuevo Caridad es conocido como el Roberto Alomar, y la comida del lugar es la favorita de muchos peloteros de todo el país.

“No hay uno que no haya entrado por esa puerta”, afirmó.

El menú siempre está en evolución. Algunos jugadores (o platillos) se han retirado de la carta y otros han aparecido, como el antesalista de los Piratas de Pittsburgh Pedro Álvarez.

“El es como un hijo para mí”, comentó. “Su platillo consiste de rabo guisado, arroz y habichuelas”, comentó Montás.

Alvarez, de origen dominicano, creció en este vecindario y vivió muy cercano al propietario del establecimiento por lo que le regaló la franela que utilizó en el juego de estrellas este verano. Además escribió una dedicatoria que lee:”Muchas gracias Miguel Montás, mi segundo padre, por todo su apoyo”.

Hay otros que esperan su turno para figurar entre las celebridades del Salón de la Fama de este local.

Iván Nova… él estuvo aquí hace unos días y me preguntó cuándo lo iba a poner en el menú”, comentó. “Lo voy a incluir. Seguramente será res con arroz, que es lo que más le gusta”.

Otro originario de ese barrio es Alex Rodríguez, quien actualmente pelea contra una suspensión de 211 partidos que Grandes Ligas quiere imponerle por su presunta relación con la clínica Biogenesis que distribuía esteroides a peloteros profesionales.

A-Rod también es parte de los destacados en el menú del restaurante, algo que muchos han objetado.

“Yo no soy quien para juzgar a nadie… Creo que, de ser encontrado culpable, me haré de la vista gorda porque él ha venido a este lugar y ha ayudado mucho a nuestra comunidad”, precisó.

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