Gerardo Hernández identificado como agente asesinado en LAX

La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) identificó al oficial asesinado como Gerardo I. Hernández, de 39 años

LOS ÁNGELES.- El oficial de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés) que falleció en el tiroteo del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles el viernes por la mañana fue identificado como Gerardo I. Hernández, el primer agente de en morir cumpliendo con su deber desde que la agencia se fundó hace 12 años, luego de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. Tenía 39 años.

Hernández perdió la vida luego que un hombre sacó un fusil semiautomático de una bolsa y se abrió paso a tiros en un punto de revisión el viernes, donde mató a un empleado federal de seguridad e hirió a otros dos, en un ataque que interrumpió vuelos en todo el país, dijeron las autoridades.

El atacante, que resultó herido en un intercambio de disparos con la policía y tomado bajo custodia, tenía como objetivo agentes de la TSA, dijeron autoridades. Su condición no se divulgó de inmediato.

El FBI y la Policía de Aeropuertos de Los Ángeles identificaron al presunto atacante como Paul Ciancia, de 23 años, de Pennsville, Nueva Jersey. Aparentemente, estaba viviendo en Los Ángeles.

Un oficial policial que habló bajo la condición del anonimato debido a que no estaba autorizado a discutir públicamente la investigación, dijo que Ciancia vestía uniforme y llevaba una bolsa que contenía una nota que decía que quería “matar a los TSA” y “cerdos”.

Ciancia llevaba al menos cinco cargadores con 30 cartuchos, dijo el oficial, quien fue informado sobre la investigación. Añadió que dos policías del aeropuerto le dispararon a Ciancia en la boca y la pierna.

El ataque en el tercer aeropuerto con más actividad del país provocó que los aterrorizados viajeros corrieran en busca de refugio y, según un funcionario del centro aéreo, afectó a 746 vuelos en todo el territorio estadounidense, ya fuera porque permanecieron en tierra en Los Ángeles o debido a que no les permitieron salir desde otros aeropuertos.

Previamente, en la tarde del viernes, el padre de Ciancia en Nueva Jersey había llamado a las autoridades para pedir ayuda para localizar a su hijo después de que este envió un mensaje de texto a un hermano en el que hablaba de “quitarse la vida”, dijo el jefe de policía de Pennsville Allen Cummings.

El jefe dijo que llamó a la policía de Los Ángeles, que a su vez envió una patrulla al departamento de Ciancia. Allí, dos compañeros de vivienda dijeron que lo habían visto el jueves y que estaba bien, según Cummings.

Agregó que los Ciancia – propietarios de un taller de autos- son una “buena familia” y que su departamento no tenía antecedentes de Paul Ciancia, el sospechoso.

El ataque comenzó hacia las 9:20 de la mañana, cuando el joven sacó un fusil de asalto de una bolsa y comenzó a disparar dentro de la Terminal 3, dijo el jefe de la policía del aeropuerto Patrick Gannon. La terminal alberga los vuelos de Virgin America, AirTran, Alaska Airlines, Horizon Air y JetBlue.

El atacante después se dirigió a un punto de revisión, donde realizó más disparos, para luego entrar en la zona segura de la terminal. Oficiales intercambiaron disparos con el agresor y lo aprehendieron, dijo Gannon.

“Como pueden imaginarse, hubo un gran caos durante el incidente”, añadió.

Algunos pasajeros que ya habían pasado por la inspección de seguridad fueron evacuados corriendo hacia la pista, mientras que otros fueron aislados en restaurantes y salones del aeropuerto.

“Nos echamos al mostrador. Todo el mundo en la fila se tiró al suelo y los disparos simplemente continuaron”, relató Xavier Savant, que esperaba en la fila de seguridad donde se produjo el tiroteo.

Savant dijo que los disparos cesaron y la gente se echó a correr a través de los detectores de metales hacia la terminal, para terminar por dirigirse a la pista.

“Todo lo que hacía era alejarme de él”, dijo Savant, un director creativo de publicidad que se dirigía a Nueva York con su familia para un viaje de fin de semana.

Mientras la policía buscaba a otros agresores, escoltaba a los viajeros en el aeropuerto, que continuó operando pero evitó que despegaran o aterrizaran algunos vuelos.

Hace apenas unas semanas, la policía del aeropuerto y del Departamento de Policía de Los Ángeles se habían entrenado en forma conjunta para un escenario similar, según Gannon, quien dijo que los agentes le dijeron que el simulacro fue fundamental en su preparación para el suceso verdadero.

A lo largo de Estados Unidos, funcionarios de aviación evitaron el despegue de los vuelos con destino a Los Ángeles, lo que provocó retrasos en todo el país. Algunos vuelos que ya estaban en el aire también tuvieron que ser desviados a otros aeropuertos.

El oficial de la TSA baleado en el aeropuerto fue el primer muerto de la agencia en un acto de servicio, dijeron funcionarios sindicales y de la TSA.

Otros dos agentes de la TSA también resultaron heridos. En un primer momento David J. Cox, presidente nacional de la Federación Estadounidense de Empleados Gubernamentales, dijo que al menos otros tres oficiales estaban heridos, pero más tarde la TSA dijo que eran dos los oficiales con lesiones.

No fue el primer tiroteo en el aeropuerto de Los Ángeles. El 4 de julio de 2002, un chofer de limusina abrió fuego en el mostrador de El Al, mató a un empleado de la aerolínea y a una persona que estaba dejando a un amigo en el terminal. La policía mató al hombre.

Medios locales reportan que al menos 6 personas resultaron heridas en el tiroteo y atendidos en el lugar. Dos de ellos fueron trasladados a Habor-UCLA, entre las que estaban Hernández, que murió, y otra persona que sufrió una herida menor en el hombro. Esa persona se espera que sea dada de alta pronto.

Tres personas fueron trasladadas al Centro Médico Ronald Reagan UCLA en Westwood, informó Serene Branson de KCAL9. Uno de ellos fue alta poco después de las 15:00 horas, según fuentes hospitalarias. Otros dos pacientes permanecieron en el hospital, uno en estado crítico y otro en buen estado.

Los periodistas de The Associated Press Joan Lowy y Alicia Caldwell en Washington; Greg Risling, Christopher Weber, Alicia Chang, Alicia Rancilio, Gillian Flaccus y Michael R. Blood en Los Angeles; Josh Hoffner en Phoenix; y Michael Rubinkam en Pensilvania contribuyeron a este despacho.

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