La bancarrota no siempre es eterna

Si actúas rápida y positivamente, te recuperarás más pronto de lo que imaginas, dicen los expertos

Los efectos de una bancarrota son serios y molestos, pero no tienen que ser duraderos. Si actúas rápida y positivamente, te recuperarás más pronto de lo que imaginas. Si tuviste que declararte en bancarrota, no sigas lamentándote y empieza una nueva etapa de tus finanzas ya. Mira lo que debes hacer:

Reestablece tu crédito cuanto antes —Al principio, la mayoría de los bancos y de las compañías de tarjetas de crédito te darán la espalda, pero deja pasar unos meses y busca un banco dispuesto a darte una tarjeta de crédito asegurada (respaldada por el dinero que deposites en una cuenta). O solicita un passport loan, que consiste en poner una suma en una cuenta de ahorro, pedir prestado sobre ese dinero y pagar los intereses mensualmente. Ambas oportunidades te permitirán demostrar que has mejorado tus hábitos financieros.

Ten paciencia y esmérate para cumplir. Poco a poco, los bancos y las compañías de tarjetas de crédito se convencerán de que pueden volver a confiar en ti y, al cabo de un año o dos, empezarán a llegarte ofertas de tarjetas “de verdad”.

Mejora tu reputación financiera — Otras estrategias para reestablecer tu crédito son pedir préstamos para comprar un auto o para estudiar. Si no cumples con los pagos, corres el riesgo de empeorar tu reputación tratando de mejorarla.

Salva tu automóvil — ¿Estás pagando tu auto? Comunícate con el prestamista y firma un acuerdo de reafirmación. Con ello indicarás que quieres conservar el vehículo y que tienes la disposición de continuar pagándolo. Si no lo haces y fallas en los pagos, podría ser reposeído y vendido.

Borrón y cuenta nueva — Verifica que los tres principales burós de crédito digan que tus deudas han sido “descargadas por bancarrota” (“Discharged in Bankruptcy”). Si continúan reportando que tienes problemas, toma medidas al respecto.

Evitar servir de cosigner — Si lo haces y por alguna razón esa persona fallara en sus pagos, tendrías que responder y te verías perjudicado. Recuerda que hasta que hayan pasado 8 años de tu bancarrota, no podrás eliminar otra vez tus deudas en un “Chapter 7”.

No empeores tu situación — Paga puntualmente la hipoteca de tu propiedad o la renta, y también las cuentas del teléfono, el agua, la electricidad y el gas.

Apréndete la lección — Cuando vuelvas a disponer de tarjetas de crédito, piénsalo antes de usarlas a la ligera y evita la trampa de comprar por encima de tus posibilidades económicas. Págalas a tiempo y usa sólo una parte del crédito que te concedan.

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