Fanáticos charrúas gozaron al máximo la victoria

En el Chivito de Oro, tradicional reducto uruguayo, se reunieron los aficionados para gozar de una nueva victoria que los pone cerca del Mundial 2014. Crédito: <copyrite>EDLP</copyrite><person>fotos Nube Urgiles< / person>
NUEVA YORK La goleada de Uruguay a Jordania 5-0 dejó felices a los aficionados charrúas que se congregaron en el restaurant “Chivito D’Oro”, en Jackson Heights, Queens, lo que deja a la ‘Celeste’ prácticamente con elboleto para Brasil 2014.
¿Se esperaban un 5-0?
“No, nunca”. respondió Luis Minan, originario de Montevideo que reside en Nueva York desde hace 20 años.
“Fue el partido soñado”, dijo Alberto Cuello. “Algo que nunca se nos da porque Uruguay no juega lindo; es puro corazón, ganas, coraje. Por eso merecemos estar en el Mundial”.
“El principal objetivo es estar en Brasil y teniendo una buena actuación acá (en Jordania) el 70%, ya está hecho”, acotó Minan.
“Uruguay ha tenido una mala racha, pero se esperaba que sacara un buen resultado para poder ir a Brasil”, comentó Lourdes Castro, quien miró el encuentro acompañada de su amiga Lucy Martínez, de México. En la tarde, las dos juntas iban a apoyar al ‘Tri’, en el enfrentamiento contra Nueva Zelanda.
“La verdad es que nunca vi un camello llorando”, dijo Sarandi Rodríguez, fanático del boxeo y del fútbol sólo cuando juega la selección. “Pero hoy estoy seguro que hasta los camellos van a estar llorando en Jordania”, continuó con una carcajada.
“Ahora ellos van a tener que venir a jugar a la cancha nuestra, espero que no abusen”, añadió Sarandí.
Antonio ‘Barrada’ Carvallo, consideró que era importante traer el triunfo, aunque sea por un 1-0. “Pero se ganó de forma maravillosa, se pudo ver algo del poderío uruguayo, que por momentos baja y sube, pero yo creo que estamos en el Mundial del 2014”, señaló feliz.
No era para menos. Lo que comenzó con un tenso silencio, se transformó en algarabía con la llegada del primer tanto (Maximiliano Pereira, m.22). Y con el 2-0 (Christian Stuani, m.42) antes de irse al descanso se respiraba tranquilidad.
Bastante relajados ya en el segundo tiempo, los fanáticos se turnaban para asumir el papel de entrenador: “Mete la pata”, dijo uno. “Penal”, reclamó otro.
De pronto llega el tercero (Nicolás Lodeiro, m.69) y el grito de gol volvía a inundar el restaurant.
Las llegadas de Uruguay al marco contrario ilusionaban con un nuevo tanto. “Ché, no griten por adelantado”, protestó alguien ante una llegada fallida. “Allí está el quinto”, gritó Cuello, pero la pelota sale apenas desviada. “Oh, no”, fue el lamento generalizado.
Eventualmente llega el cuarto (Cristian ‘Cebolla’ Rodríguez, m.78), y Edinson Cavani (m.91), puso su sello a una gran actuación personal.
“Uruguay, próximo campeón mundial”, gritó Luis Minan, al final de encuentro, embriagado por la emoción.
“Segundo Maracanazo”, dijo enseguida Wanderley Casagrande, originario de Antigas, en la frontera con Brasil, que llegó a Estados Unidos hace 12 años.
Al final, los hinchas charrúas se fueron felices, prometiendo volver al “Chivito D’Oro” el miércoles, para el juego de vuelta, en Montevideo. Y otros haciendo planes para irse a Brasil y apoyar a su combinado, que suma dos títulos mundiales: derrotando a Argentina, en la primera Copa Mundial efectuada en su suelo en 1930; y el segundo, en el Maracaná ante el local Brasil, en 1950.