Agradece salvarse de la deportación
Mexicano de Carolina del Norte se queda en el país junto con su familia
CHARLOTTE, Carolina del Norte. El mexicano Luis Zarco tenía mucho que agradecer ayer, el Día de Acción de Gracias, al haberse salvado de la deportación y mantener a su familia unida en el que considera “el mejor país del mundo”.
“A Dios le agradezco todos los días por la familia que tengo, pero hoy en especial ya que tengo mi residencia permanente y puedo quedarme legalmente, aunque la felicidad no es completa, porque todavía nos hace falta la reforma migratoria”, contó ayer a Efe Zarco.
El mexicano, residente en Carolina del Norte, disfrutará esta noche de su primera cena de Acción de Gracias como residente permanente en este país, tras una resolución en septiembre pasado que lo salvó de la deportación y regularizó su situación migratoria.
Zarco planeaba pasar el día descansando con su esposa Maricela Prieto-Ramón y jugando con sus hijos Jhorgelly (9 años), Kimberly (4) y Ángel (18 meses), y en la noche disfrutar de una típica cena con pavo.
La felicidad que ayer disfrutaba Zarco fue muy difícil de conseguir, tras pasar por momentos angustiantes. Como la mayoría de los inmigrantes en EEUU, Zarco llegó al país en busca de una mejor vida para su familia y aunque se instaló primero en el estado de Arizona, en 1998, un año después se trasladó a Charlotte ante el aviso de unos amigos suyos sobre mejores oportunidades laborales en esa ciudad.
Logró sacar su licencia de conducir, traer a su esposa Maricela (en el año 2002), trabajar en el sector de la construcción, en especial en proyectos comerciales del centro de la ciudad, y formar una familia.
No obstante, su vida cambió el 7 de julio de 2011, cuando fue detenido por un alguacil de Charlotte por haberse pasado una luz roja y aunque su hija mayor rogó y suplicó al oficial que no se llevara a su padre a la cárcel, terminó procesado y dispuesto para su deportación a causa de su condición de indocumentado.
El mexicano se unió en 2012 al grupo Familias Unidas, conformados por miembros de la comunidad hispana que luchaban contra la deportación de uno de sus integrantes, con la asistencia de otras organizaciones como Action NC, la Coalición Latinoamericana (LAC), y el NC Dream Team.
El caso de Zarco llamó la atención de los medios de comunicación locales y durante un año se realizaron campañas que incluyeron llamadas telefónicas, cartas, vigilias y peticiones para detener la deportación de este padre de familia y voluntario de la organización Habitat for Humanity.
El pasado 18 de septiembre se hizo el milagro que la familia esperaba, ya que un juez de inmigración canceló su deportación y le otorgó la residencia permanente.
“Valoro mucho la ayuda que la gente me brindó y por eso hoy doy muchas gracias, pero seguiré luchando por los otros inmigrantes que están pasando lo que yo pasé, para que algún día tengan sus papeles y puedan disfrutar plenamente del Día de Acción de Gracias”, concluyó.