Anualidades para tu jubilación

Aunque no siempre son adecuadas para todo el mundo, una anualidad pudiera darte una estabilidad financiera en tu jubilación, pero antes de comprarla es importante que averigües si esa herramienta financiera —que emite una empresa aseguradora— es un producto de inversión adecuado para ti.

Las anualidades vienen en varios tipos: algunas proveen garantías que preservan el valor del capital invertido (en inglés, principal) y garantiza un mínimo de intereses generados por esa inversión, más la posibilidad de intereses adicionales; otras anualidades invierten en vehículos del mercado de valores (en bonos y acciones bursátiles) y por tanto su desempeño es variable.

Todas las anualidades están reguladas por el departamento de seguros de cada estado y sus comisionados de seguros, y las variables —que invierten en valores bursátiles— están además reguladas por la Comisión Nacional de Valores de los Estados Unidos (Securities and Exchange Commission o SEC).

Las leyes de los estados también establecen un período de tiempo (que se conoce en inglés como free look period) y un período de revisión del contrato, que suele variar entre 10 y 30 días según el estado, y durante el cual la anualidad puede ser cancelada y el dinero aportado puede retirarse, sin penalidades de ningún tipo.

Muchos expertos concurren en que las anualidades proveen numerosos beneficios, inclusive ofrecen ventajas fiscales, aunque también tienen limitaciones.

Si estás considerando adquirir una anualidad, ten en cuenta que las variables a menudo invierten en fondos comunes de acciones y estos pueden sufrir pérdidas rápidas y sustanciales. Si no te sientes a gusto con la idea de que tu anualidad puede llegar a desplomarse y perder tu dinero, no compres una anualidad variable.

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