Un saludo al maestro Carlos Cortez (Fotos)
Conmemoran el noveno aniversario de la muerte del grabador, activista y poeta de Chicago Carlos Cortez con una exhibición de 30 de sus grabados y pinturas.
La obra del artista y poeta Carlos Cortez se recupera hoy en la galería La Llorona, donde se podrán admirar 30 de sus creaciones como parte de la exposición “La Llorona Salutes Carlos Cortez”. Crédito: Irene Tostado / La Raza
Chicago.- Su lienzo bien podría ser una cartulina, un pedazo de madera o un papel. Al artista y poeta Carlos Cortez realmente no le importaba. Su obra se recupera hoy en la galería La Llorona, donde se podrán admirar 30 de sus creaciones como parte de la exposición “La Llorona Salutes Carlos Cortez”.
Con la muestra, que se exhibirá hasta el 10 de enero de 2014, se busca conmemorar el noveno aniversario de su muerte, el 19 de enero del 2005.
Con su arte fue maestro, activista, poeta y la voz de las masas. El grabador de descendencia mexicana y alemana se esmeraba por crear arte para denunciar las injusticias contra las clases oprimidas y documentar la historia de los latinos en Chicago.
También retrataba los sucesos históricos, homenajeaba a sus mentores -el grabador José Guadalupe Posada y su Catrina y el escritor mexicano Ricardo
Flores Magón- y recordaba sus raíces con imágenes de los campesinos trabajando en el campo.
Con sus carteles en blanco y negro promovía las huelgas de los sindicatos, ferias como la Fiesta del Sol y eventos culturales como los bailes en Casa Aztlan.
ARTE PARA EL PUEBLO
“Agarraba el rodillo y le echaba tinta a la pieza de madera e imprimía sin cuidar que la impresión fuera perfecta, porque Carlos hacía arte para todos”, destacó a La Raza Edgar López, quien junto con Cortez y tres artistas más fundaron el Taller del Grabado Mexicano, en el barrio de Pilsen.
No es posible coleccionar todo el trabajo del artista, quien siguió produciendo hasta su fallecimiento a los 81 años, porque no le ponía números a sus obras, como lo acostumbran hacer otros para aumentar el valor de sus piezas.
“Pensaba que el arte era para todos”, dijo López.
“Vendía sus obras a 20 o 35 dólares, y no más de 100. Las exhibía en untendedero en la Fiesta del Sol y decía que el arte hay que acercárselo al pueblo y a los jóvenes y por eso lo vendía barato”, dijo a La Raza José Piña, director de la Casa de la Cultura Carlos Cortez, en Pilsen.
Vendía su arte a un precio razonable no para promoverse o darse a conocer, sino para que los latinos pudieran adquirir una pieza y tener arte en su casa.
Para sobrevivir, Cortez trabajó en construcción, en imprentas, en fábricas y diseñando y reproduciendo pancartas para anunciar eventos locales. Así logra, a través de sus obras estar en constante comunicación con la comunidad y animar a otros a unirse a los movimientos que lo apasionaban.
López dijo que Cortez solía decir: “Yo prefiero ver a un joven con un lápiz o un pincel que con un cuchillo”.
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MENTOR PARA TODOS
Cortez dejó más que su sello. Un lobo con sus siglas CAC es la huella de su influencia y de su existencia. También le sobreviven sus compañeros artistas y activistas, quienes tomaron sus enseñanzas y las han aplicado en sus propias vidas.
“Un artista es como un obrero, tiene que trabajar en lo que se ofrezca porque del arte no se puede sobrevivir”, dijo Cortez a Piña cuando se conocieron en 1981.
“Tenía carisma el viejo y era dulce y de buen corazón y nunca le cerraba la puerta a nadie; era una persona muy sencilla”, recordó Arturo Avendaño, dueño de la galería La Llorona, que tiene 17 años en el barrio de Lincoln Park.
El Museo Nacional de Arte Mexicano pronto inaugurará una exhibición sobre el artista.
LUGAR PRECISO
La Llorona Salutes Carlos Cortez
Hasta el 10 de enero
Martes a viernes,
10am–5:30pm
Sábados, 12 a 5 pm
Galería La Llorona, 1474 W. Webster
Entrada gratis
