Estado del estado de NJ: lo bueno, lo malo y lo feo

Vicente Prieto

Vicente Prieto Crédito: authors

Con la mayor parte del éxito bipartidista del gobernador Christie, logrado en los primeros cuatro años de mandato, en esta ocasión ha habido muy pocos logros dignos de victoria, para tratar de venderlos en este último Estado de Estado del 2014.

Sorprendentemente, lo que yo consideraba como uno de los más significativos logros obtenidos durante el período legislativo pasado –la ley sobre la matrícula igualitaria- el gobernador falló en dispensarle la más mínima mención durante su discurso de este año. Esta ley, sin precedentes en el estado, por la que se les permite a estudiantes indocumentados que paguen las tarifas locales de matrícula -cuando se inscriben en nuestros colegios- es uno de los grandes triunfos que se obtuvieron este año pasado.

Mientras que esta es una ley histórica para nuestro estado, no olvidemos que se trata, también, de una iniciativa liderada del partido demócrata de Nueva Jersey de la que el Gobernador logró permanecer evasivo hasta el final del juego político, para cuando era candidato a la reelección. Quizás esta es la razón por la que optó por omitirlo en su discurso.

Otro esfuerzo que el gobernador dejó fuera de su discurso, en su totalidad, fue el del paquete de leyes contra la violencia generada por las armas de fuego, que aprobamos para endurecer las leyes de armas que existen ya en Nueva Jersey, y a raíz de los trágicos acontecimientos en la Escuela Elemental Sandy Hook en Newton, Connecticut, el año pasado. Tal vez sea porque el gobernador vetó una serie de proyectos de ley significativos, incluidos en ese paquete, en particular la prohibición de las armas de grueso calibre como las de calibre .50 y un proyecto de ley que limita los cargadores de municiones de 15 a 10 balas, el cual tenía como objetivo reducir el número de víctimas, en masa, a las que tendría acceso un potencial tirador.

Una mirada más cercana sobre el resto de la dirección que el gobernador le dio a su discurso sobre el Estado del Estado, revela un discurso que pasó mucho tiempo por la retórica y poco por la substancia de la actualidad. La triste noticia para los latinos en Nueva Jersey, y todos nuestros residentes para el caso, es que mucho de lo bueno que se promociona es templado por la realidad actual que se deja a menudo fuera de su texto.

El gobernador señaló que el desempleo en Nueva Jersey está disminuyendo constantemente, lo cual es alentador, pero no mencionó que lo está haciendo a un ritmo mucho más lento que los estados vecinos y el resto de la nación en su conjunto.

La charla del gobernador sobre la ampliación de la duración de la jornada y el año escolar, es un tema interesante de conversación, pero dada la enorme inversión que requeriría, sin duda eleva las cejas, sobre todo porque viene de un gobierno que redujo –aproximadamente- mil millones de dólares en ayuda estatal a las escuelas, durante su primer año.

Y mientras me siento alentado de que el gobernador finalmente haya reconocido la añeja crisis que padecemos con los impuestos a la propiedad en nuestro estado, no llegó a incluir ninguna solución real a la cuestión. Sin embargo, tengo la esperanza de que esto es al menos una señal de que él está dispuesto a arremangarse y trabajar con la Legislatura para hacer frente a esta crisis, de una vez por todas.

Yo soy un firme creyente de que cuando, realmente, ponemos las necesidades de las personas en primer lugar, podemos lograr cualquier cosa, sin importar si venimos de diferentes partidos políticos u orígenes. Al iniciar un nuevo año, le extiendo una mano al gobernador para hacer precisamente eso, para el bien de nuestro estado.

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