Hondureño no será deportado para que ayude a su hijo

Carlos Oliva-Guillén fue liberado este martes del centro de detención en Newark, Nueva Jersey

Nueva York, 25 feb – El inmigrante hondureño Carlos Oliva-Guillén fue uno de los muchos inmigrantes que iban a ser deportados de Estados Unidos al estar indocumentado, pero debido a la inusual enfermedad de su hijo y al apoyo de la comunidad salió este martes del centro de detención y puede quedarse en el país.

Después de una campaña en la que han participado organizaciones de inmigrantes como Faith Communities, PICO y Dreamers, Carlos, que fue enviado la semana pasada al centro de detención La Salle (Luisiana) para ser deportado a su país natal, podrá quedarse en Estados Unidos. Debido a que el hijo menor de Oliva-Guillen, de 26, y su novia, Emily Navas, de 21, tiene una enfermedad poco usual que se conoce como hiperinsulemia, Carlos fue liberado en la ciudad de Newark, del estado de Nueva Jersey.

Los médicos pidieron muestras de sangre urgentes de Oliva-Guillén para poder dar un tratamiento adecuado al bebé gracias a lo que, junto con la ayuda de las organizaciones, el padre del niño no fue deportado.

Es “duro” tener un hijo enfermo y ver cómo lo pasan de un hospital a otro mientras estás sola porque tu pareja se encuentra retenido, explicó Emily Navas, madre del enfermo.

“Me siento feliz de poder estar ahora reunido de nuevo con mi familia y mi niño cuando pensé que iba a ser deportado”, dijo Carlos al explicar que si hubiera tenido que volver a su Honduras habría vuelto a pasar la frontera para reunirse en Estados Unidos con su familia.

Sin embargo, el caso de Carlos no es un hecho aislado, las deportaciones a inmigrantes ya han afectado a dos millones de personas en Estados Unidos.

Por esa razón Emily Navas, que también es miembro de la organización New Jersey Communities United, pidió a el presidente Barack Obama que pare “de una vez” las deportaciones de inmigrantes mientras en el Congreso se discute la reforma migratoria.

Los inmigrantes “no tienen culpa ninguna” ni han hecho nada malo por querer labrarse un futuro mejor, subrayó.

Otro inmigrante que se encuentra detenido bajo una orden de deportación es Dave Johnson, padre jamaiquino de cinco niños que reside en Newark.

A pesar de que Johnson no tiene antecedentes penales se encuentra desde junio en la prisión del condado de Essex (Nueva Jersey) a la espera de ser deportado después de haber vivido durante 15 años en Estados Unidos.

Oneeka Johnson, la hija mayor de Dave Johnson y miembro de PICO, organización que defiende los derechos de los inmigrantes, explicó que su padre debería ser puesto en libertad, ya que lleva detenido más de dos meses sin que se haya hecho nada.

“Yo le intento explicar a mi hermano por qué su papá está en la cárcel cuando no han cometido ningún crimen, pero es muy difícil explicar eso a un niño. Otro de mis hermanos dice que quiere ir a vivir a la cárcel con él porque no le ve lo suficiente. Es muy duro”, destacó Oneeka Johnson.

Tanto Oneeka Johnson como Emily Navas hicieron hincapié durante toda la mañana sobre la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran los inmigrantes en el país por “simplemente no tener documentos” aunque no hayan hecho nada malo y no tengan antecedentes penales.

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