A corte dueño de restaurante en NYC por no pagarle a empleados

Pese a una orden judicial, Edward L. Globokar, propietario de Mary Ann's Chelsea, retiene compensación a exempleados

El restaurante mexicano Mary Ann's Chelsea, del 116 de la Octava Avenida en Manhattan, adeuda $340,000 a exempleados.

El restaurante mexicano Mary Ann's Chelsea, del 116 de la Octava Avenida en Manhattan, adeuda $340,000 a exempleados. Crédito: EDLP / Mariela Lombard

MANHATTAN — El propietario de Mary Ann’s Chelsea, un restaurante mexicano de Manhattan, y tres exempleados que ganaron una demanda en su contra, tienen hoy una cita ante un juez de la corte distrital.

Aunque el juez Alvin Hellerstein ordenó una compensación de $340,000 hace más de un año, el dueño Edward L. Globokar ha demorado este pago a José de La Rosa, Franklin Mercado y Williams Reynoso, por incumplimiento del salario mínimo y horas extra.

El restaurante —en el que se paga sólo con dinero en efectivo— es uno de más de ocho negocios de Globokar, según indicó Mercado.

El trabajador dominicano dijo ayer que fue la mano derecha del propietario, entre 2006 y 2011, y que fue echado sin previo aviso. “Antes de eso, el dueño sólo me pagaba $10 por turno y el resto lo recogía yo con propinas y por eso trabajaba jornadas muy extensas, hasta las 2 a.m.”, dijo.

Mercado asume que su despido se debió a su relación cordial con otro nuevo empleado abiertamente gay. Ambos fueron despedidos.

Lo anterior tiene similitudes con otro caso fallado por un jurado de la juez Carol E. Huff de la Corte Suprema de Nueva York, en 2012, en el que el mismo dueño fue obligado a pagar $1.6 millones a la chef Mirella Salami por discriminación sexual y religiosa. Según el caso 117115, de 2007, la cocinera fue acosada por su confesa homosexualidad y su orientación religiosa católica.

Globokar es evangélico pentecostal, según consta en documentos de la corte. Todos los miércoles —entre 2005 y 2007— disponía cerrar el restaurante donde se hacían ceremonias religiosas de su preferencia en las que se insultaba y condenaba el homosexualismo. La mujer fue despedida en 2007 y adujo depresión y tics nerviosos a causa del maltrato.

Según el abogado Peter H. Cooper, representante de los tres exempleados, la manera de pago en efectivo no ha beneficiado la recolección de la deuda. Indicó que el dueño envía su dinero al exterior o lo entrega a terceras personas. “Además, he recibido correos electrónicos en los que los que dice que mis clientes y yo nos vamos a condenar en el infierno”, expresó Cooper.

El popular restaurante en la Octava Avenida y la calle 14 tiene además un historial de violaciones de las reglas de sanidad. El Departamento de Salud ordenó su cierre en 2012 después de establecer 47 violaciones. Entre 2011 y 2012 fue cerrado cuatro veces por lo anterior, según consta en récords de la oficina de sanidad.

Mary Ann’s Chelsea está abierto desde 1986 y se especializa en margaritas y en comida mexicana. Hay un segundo local con el mismo nombre en Port Chester, NY.

El Diario/La Prensa intentó contactar sin éxito al dueño del restaurante. Juan Puertorreal, administrador a cargo desde hace dos años, dijo no tener conocimiento de los casos anteriores. Negó que en la actualidad hubiera discriminación a causa de la orientación sexual y dijo que había tantos empleados homosexuales como clientes en el famoso vecindario gay de la ciudad.

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