Trabajadores recibirán parte de sus salarios adeudados

(De izq. a der.) Williams Reynoso, Franklyn Mercado y José de la Rosa salen de la corte federal en Manhattan tras lograr su victoria.

(De izq. a der.) Williams Reynoso, Franklyn Mercado y José de la Rosa salen de la corte federal en Manhattan tras lograr su victoria. Crédito: <copyrite>EDLP</copyrite><person>Mariela Lombard< / person>

Nueva York — De nada le sirvió al patrón abusivo de un restaurante mexicano hacer todo un espectáculo teatral ayer en la Corte Distrital de Manhattan. El juez Alvin Hellerstein se negó a hacer caso a la pantomima de Edward L. Globokar, dueño de Mary Ann´s Chelsea, al que hace un año le ordenó retribuir con 340 mil dólares a tres exempleados por no pagarles el salario mínimo ni horas extra.

“Usted está prolongando el caso. No le voy a ayudar a evitar pagar lo que debe”, dijo el veterano juez, conocido por su energía y sentido del humor. En este caso no hubo humor sino impaciencia por el comportamiento extraño de Globokar, que se aferraba su Biblia como un predicador y se arrodillaba entre las bancas, de espaldas al juez.

Ayer se llegó a un acuerdo para los pagos a sus exempleados, los dominicanos José de La Rosa, Franklin Mercado y Williams Reynoso. El monto no fue revelado, pero se supo que es menos de los $340 mil dispuestos hace un año.

Williams Reynoso dijo que la recompensa a, aunque menor de lo esperado, es una muestra “de que a ningún trabajador sin importar si tiene documentos legales o no, se le puede negar la paga justa que dicta la ley”.

Sin embargo, a la salida de la corte ninguno de los tres beneficiarios sonreía ni hablaba con satisfacción.

El problema surgió precisamente por el manejo del dinero. En el restaurante Mary Ann´s Chelsea sólo se recibe dinero en efectivo y del mismo modo se les paga a los empleados, sin que existan cuentas claras del negocio. Este sistema ha impedido hacerle un seguimiento al dinero de Globokar. Según Peter H. Cooper, el abogado que representa a los inmigrantes, “manda su dinero fuera del país, se lo entrega a terceras personas o quizás lo guarda debajo del colchón”.

El juez consideró que la inusual manera en que Globokar maneja su dinero dificulta un embargo, y por lo tanto recomendó una conciliación entre las partes en conflicto. El acuerdo se logró tras varias reuniones a puerta cerrada. Sin embargo, el juez fue firme con Globokar para que no demorara más el caso y empezara a darles el dinero a los beneficiados. Se espera que una primera parte sea entregada en una semana.

El dueño del restaurante, seguidor de la iglesia evangélica pentecostal, desoyó los consejos de su abogado, quien observó con visible incomodidad cómo su cliente hablaba y gesticulaba con afectación. Ni él ni su representante aceptaron hablar con El Diario/La Prensa.

De La Rosa trabajo más de 20 años en Mary Ann, establecimiento que abrió sus puertas en 1986. Williams laboró allí por ocho años, y Franklyn seis. Según denunciaron, fueron despedidos y readmitidos en varias ocasiones, ya que el restaurante fue cerrado cuatro veces entre 2011 y 2012 por violaciones de los reglamentos de sanidad.

Globokar tiene antecedentes de demorar los pagos en demandas en su contra. En 2012 la juez Carol E. Huff de la Corte Suprema de Nueva York decidió que pagara 1.6 millones a la chef Mirella Salemi por discriminación sexual y religiosa. Según Cooper, que ha seguido el caso, la mujer no ha empezado a recibir el dinero.

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