Familia de mexicano asesinado revela llamada a emergencias

Nogales.- La familia de José Antonio Elena Rodríguez, el joven de 16 años que murió en octubre de 2012 tras recibir 10 disparos por parte de un agente de la Patrulla Fronteriza, dio a conocer la grabación de la llamada al servicio de emergencia de México hecha desde el lado estadounidense.

“Habla Border Patrol, llamo para reportar que hubo disparos en la línea fronteriza y, al parecer, hay uno herido del lado mexicano”, dice un agente en la grabación, a la que tuvo acceso Efe.

La grabación, que incluye cuatro llamadas que recibió el C4 en México, equivalente al 911 en Estados Unidos, para reportar lo sucedido, también señala que en el lugar de los hechos había cinco agentes y que se produjeron varios disparos, pero no se especifica cuántos.

El abogado de la familia, Luis Parra, explicó que las autoridades mexicanas todavía no han entregado estas grabaciones al FBI o al Departamento de Justicia de Estados Unidos, quienes investigan este caso y que recibirán el audio esta misma semana.

“La grabación de la Patrulla Fronteriza donde llaman esa noche y confirmaron que había varios disparos de parte de ellos y que los disparos causaron la lesión de un mexicano en su propio territorio es importante para el caso”, afirmó Parra.

Según los primeros reportes, los agentes de la Patrulla Fronteriza estaban persiguiendo a dos hombres que habían saltado el muro con morrales en los que se presume que llevaban droga cuando, del otro lado, empezaron a lanzarles piedras unos jóvenes.

Tras el suceso, los agentes fronterizos involucrados en el caso aseguraron que actuaron en defensa propia al ser atacados con piedras.

Por contra, la familia asegura que el joven solo caminaba del lado mexicano hacia su casa después de salir del trabajo cuando fue impactado por las balas que cruzaron a través de la valla fronteriza.

Isidro Alvarado, único testigo de los hechos, relató a Efe que esa noche caminaba por la calle cuando escuchó los disparos y corrió a buscar refugio.

“Pasaron dos personas corriendo delante de mí, a unos 30 pies vi al muchacho que iba caminando y de repente empezaron los disparos que venían del muro. Vi cómo el agente sacaba la pistola y disparaba“, recordó Alvarado.

“Temí por mi vida; si lo intento ayudar también me dan a mí. Entonces marqué al C4 para que mandaran una ambulancia y viniera la Policía”, explicó.

Aracely Rodríguez, la madre del joven, expresó su frustración y enojo con las autoridades estadounidenses y mexicanas porque todavía no ha recibido ninguna explicación a lo sucedido.

“Les estoy exigiendo justicia y es el derecho que tengo como madre. Mataron a mi hijo, le dieron diez disparos, y era un niño”, dijo a Efe la mujer entre lágrimas.

Según la Policía de México y expertos en balística, los agentes estadounidenses realizaron 14 disparos, 10 de los cuales impactaron en el cuerpo de Elena Rodríguez.

“Lo mataron con los dos primeros balazos que fueron a la cabeza, y viéndolo allí tirado le siguieron dando y eso me da mucha rabia porque lo destrozaron. Al niño le salía sangre por los ojos, por los oídos, por la boca. Lo destrozaron”, expresó Taide Elena, la abuela del menor.

Rodríguez restó importancia al memorando dado a conocer el viernes por la Patrulla Fronteriza que busca limitar los incidentes, algunos mortales, en la frontera con México, con vehículos en movimiento y con inmigrantes que lanzan piedras a los agentes.

La reglamentación impide a los agentes de la dependencia federal disparar su arma en respuesta a ataques con piedras o cualquier otro objeto, a menos que consideren que esa agresión “supone un peligro de muerte inminente o de lesión grave”.

“Para mí, ellos se limpian con los reglamentos, porque no han hecho nada; es lo mismo. Esto es lo que siempre se ha sabido, que no deben de tirar y usted vio el muro que alto está ¿Cree que si (mi hijo) hubiera tirado una piedra le podía hacer algo a alguno de ellos? Que me digan cuántos (agentes) resultaron heridos. No había ni piedras allí”, cuestionó Rodríguez.

En los últimos cinco años, tres mexicanos murieron por disparos realizados por agentes de la Patrulla Fronteriza desde Arizona.