Activistas ‘hartos del Presidente’

Grupos pro inmigrantes entregan miles de peticiones para exigir voto de reforma

Angélica Salas, directora de CHIRLA, durante una cumbre para la reunificación de familias separadas por las deportaciones, que se celebra en Washington, D.C., en la que participan activistas de unos 20 estados del país.

Angélica Salas, directora de CHIRLA, durante una cumbre para la reunificación de familias separadas por las deportaciones, que se celebra en Washington, D.C., en la que participan activistas de unos 20 estados del país. Crédito: Getty Images

WASHINGTON, D.C.— A menos de una semana de que EEUU supere los dos millones de deportaciones, activistas y familias inmigrantes “hartos de las excusas y también del Presidente” entregaron ayer alrededor de 16 mil peticiones en el Capitolio para exigir un voto de la reforma migratoria en la Cámara de Representantes.

A la comunidad inmigrante también se le agotó la paciencia con el presidente Barack Obama, cuyo Gobierno habrá superado los dos millones de deportaciones el próximo lunes, enfatizó Angélica Salas, de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes en Los Ángeles (CHRILA).

“Ya tenemos más de tres años diciéndole (al Presidente) que pare las deportaciones. Nunca pensamos que iba a ser el presidente de las deportaciones, y estamos hartos, hartos de las excusas de ambos partidos y también del Presidente”, afirmó Salas.

Al inicio de una “cumbre” de dos días por la reunificación familiar, tanto los activistas como decenas de inmigrantes afectados por las deportaciones entregaron las peticiones a la oficina del presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner.

Los activistas gritaban consignas como “Sí se puede” y “Dejen de separar familias”, llevando colgadas en el cuello una medalla de papel amarilla con la palabra “valor”, por considerar que eso le falta a Boehner para programar un voto de la reforma.

Las peticiones, recabadas por el grupo Reform Immigration for America forman parte de una campaña de presión de grupos pro-reforma ante el Legislativo y la Casa Blanca.

Laura García, una activista de la Coalición Comunitaria de Hudson Valley, en Nueva York, explicó a La Opinión que su padre fue deportado a México hace cuatro años y que su mensaje a Boehner es claro: “No hay ningún lugar mejor que casa y esta es nuestra casa”.

La Cámara Baja ha dejado en claro que no debatirá la reforma migratoria que aprobó el Senado en junio de 2013.

Hoy miércoles, el pleno de la Cámara Baja votará dos proyectos de ley relacionados con inmigración, uno para exigir el cumplimiento de las leyes federales y otro para facilitar demandas contra el Ejecutivo si hay incumplimiento de leyes. Ambas medidas reflejan el rechazo de los republicanos a las órdenes ejecutivas de Obama respecto a la reforma de salud y el programa de “acción diferida” para estudiantes indocumentados.

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