Elvira Arellano y otros activistas cruzan la frontera

La activista mexicana Elvira Arellano cruzó la frontera desde México a EEUU por Otay junto a otras 30 personas y se entregó a las autoridades de inmigración

La activista en favor de los migrantes, Elvira Arellano, hoy cruzó la frontera a los Estados Unidos por la garita de Otay, para solicitar asilo, después de haber sido deportada en 2007.

La activista en favor de los migrantes, Elvira Arellano, hoy cruzó la frontera a los Estados Unidos por la garita de Otay, para solicitar asilo, después de haber sido deportada en 2007. Crédito: EFE

TIJUANA, México.- La activista mexicana Elvira Arellano se entregó hoy a las autoridades de inmigración de Estados Unidos, a quienes solicitará un permiso humanitario para regresar al país del que fue deportada en 2007.

Acompañada de sus dos hijos, la defensora de derechos humanos cruzó la frontera junto al cuarto y último grupo de inmigrantes del movimiento “Bring Them Home”, quienes pedirás visas humanitarias o asilo.

Arellano, nombrada “Persona del Año” en 2006 por la revista TIME, dijo estar consciente de que podría llegar a prisión federal, pero aseguró que es un riesgo que hay que tomar para enviar un mensaje al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de que es tiempo de frenar las deportaciones que separan familias.

“Es una forma de protestar al presidente Obama, que él no ha cumplido con su promesa de reforma migratoria”, señaló minutos antes de entregarse en la garita de Otay Mesa, California.

La activista llegó a la garita junto a otras 30 personas, en su mayoría madres con sus hijos y algunos estudiantes indocumentados.

“Voy a solicitar mi entrada y voy a ver si el presidente Obama es capaz de deportarme nuevamente”, declaró.

Asimismo, denunció que las autoridades federales se mostraron “agresivas” con algunos inmigrantes que han formado parte de este movimiento, a quienes han “intimidado” para que firmen su deportación.

“Yo sé de todos estos riesgos y que pueden poner un ejemplo conmigo, y quieran ponerme en prisión federal, pero estoy dispuesta a luchar para que estas familias regresen a casa”, aseguró y señaló que luchará para quedarse en el país, donde quiere hacer una vida con sus hijos.

Su hijo Saúl, ahora de 15 años, pidió al presidente Obama que se “sensibilice”, y permita a su madre regresar al país, que ellos consideran su casa.

“Ha sido difícil, he estado fuera de mi país de origen, hice mi vida en México pero ahorita queremos intentar cruzar a los Estados Unidos, donde merezco vivir”, dijo la activista.

En 2002, las autoridades federales emitieron una orden de arresto contra Arellano tras una redada en el aeropuerto de Chicago, donde trabajaba sin documentos.

Para evitar separarse de su hijo, quien es ciudadano estadounidense, Arellano buscó refugio en una iglesia de Chicago, donde vivió por espacio de un año. Finalmente, en agosto de 2007, fue arrestada en Los Ángeles y deportada a México.

Éste fue el último grupo del movimiento “Bring Them Home” que cruzó la frontera por la garita de Otay Mesa.

El organizador y activista de la Alianza Nacional de Jóvenes Inmigrantes (NIYA), Alejandro Aldana, expresó que están en contacto con los congresistas para pedir su apoyo y que liberen a todos los que se han entregado.

El joven dijo que han estado en contacto con el congresista de California, Ricardo Lara, quien firmó una carta en apoyo.

“Está llamando a las oficinas del Departamento de Seguridad Nacional para que nos traten y nos dejen salir con justicia a todos”, concluyó.

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