Una latina que pisa fuerte en NYC

Florencia Vázquez impone su sello en el diseño de calzado femenino junto a una de las actrices más reconocidas

La argentina Florencia Vázquez trabaja codo a codo con Sarah Jessica Parker diseñando y produciendo SJP, la línea de zapatos de la actriz.

La argentina Florencia Vázquez trabaja codo a codo con Sarah Jessica Parker diseñando y produciendo SJP, la línea de zapatos de la actriz. Crédito: Silvina Sterin Pensel para EDLP

Casi tan añorado como tocar el cielo con las manos es tocar las calles de Nueva York con los pies, sobre todo, si están enfundados en un buen par de Manolos.

La creadora de este principio absoluto fue, sin lugar a dudas, Carrie Bradshaw, la antiheroína de millones de mujeres que la veían, siempre subida en despampanantes tacones, deslizarse con la misma gracia por una acera adoquinada de Manhattan o por una red carpet. Su calzado, un producto con precios tan altos como los rascacielos de esta ciudad, sólo podían ser saboreados por las masas a través de la pantalla. Pero eso está cambiando de la mano de la propia Sarah Jessica Parker y de Florencia Vázquez, una argentina que forma parte del selecto grupo detrás de SJP, la nueva línea de zapatos de la estrella de Sex & the City.

“Disfruto mucho trabajando con ella y aportando mis ideas,” señala mientras despliega un muestrario de tonos y telas con varios cuadraditos como el violeta y el rojo atomatado marcados con las tres iniciales con las que se denomina esta marca que, con costos más accesibles, promete ser un objeto de deseo alcanzable.

“La línea se realiza íntegramente en Italia pero hay opciones con valores más acotados” explica Florencia, quien hace más de una década es Directora de Ventas y Producción de la firma Manolo Blahnik.

Seguirle el ritmo a Sarah Jessica, comenta, no es fácil. “Trabaja duro y constantemente; manda un email a la madrugada con algo que le gusta, una frase, un color o hasta una película y otro a las 6 de la mañana. En las pop-up stores donde inauguró la colección tenía el compromiso de quedarse tres horas y terminó agachada en el piso de la tienda por casi seis, firmando las suelas de los zapatos y aconsejando a las clientas cuáles les quedaban mejor. Podría ser una diva”, continúa Florencia, “pero no lo es; es culta, muy inteligente pero una más de nosotras, una mujer, una mamá, una neoyorquina”.

Por estos días Florencia está más ocupada que nunca, recorriendo varias veces el trayecto de diez cuadras entre las oficinas de Manolo Blahnik –donde, confiesa, “cuando no tengo juntas me quedo descalza porque hay muchas escaleras y no quiero hacer papelones- y las de SJP en la Avenida de las Américas y la calle 44, cerca del Bryant Park. “Aquí me junto con ella y repasamos las cosas que la inspiran para diseñar, como por ejemplo estos zapatos vintage”, dice abriendo una bolsa repleta de botas que la propia actriz manoteó de su closet. “Le fascinan los zapateros franceses del del siglo XX como Charles Jourdan y la modelo de los 60’s Maud Frizon. Es hiper femenina y clásica”.

Hija de argentinos, un exejecutivo de General Electric y una astróloga, Florencia, 36, nació en Madrid y, por el puesto de su padre vivió en Arabia Saudita y varios años en Italia. “Mi italiano me sirve cuando voy a visitar nuestras fábricas en Vigevano o Parabiago”, comenta. A los catorce regresó a Buenos Aires y fue en esa ciudad donde, pegada al televisor, seguía con fascinación las aventuras y desventuras de Carrie. “Por ella me enamoré de Nueva York y quise venir a probar suerte”, afirma. “Jamás soñé que iba a terminar trabajando codo a codo con ella”, agrega mientras acomoda en un estante el modelo ‘Carrie,’ de cuero y con tobillera.

Esta joven con empuje y ambiciones ya estaba en la empresa cuando algunos de los Manolos hicieron historia en la serie. “¿Viste ese episodio donde ella va a un baby shower y le roban los zapatos? Ese modelo, el ‘Sedaraby’, lo creamos para Sex & the City y ni bien salió al aire, los teléfonos no paraban de sonar”, recuerda. “A todos les encantó; abierto, color plata y con una hebilla de strass”. Los hermosos zapatos fueron los que Florencia misma eligió para su propio momento Sex & the City: “Con esos zapatos, embarazada de mi primer hijo, Javier, me casé en City Hall y fue lo más romántico e inolvidable que viví”.

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