“Milagros” en el accidente de Washington Heights (fotos)

Testigos afirman que pudo haber sido una tragedia de grandes proporciones

Al retirar el autobús, así quedó la fachada del recién inaugurado restaurante Tommy Grill y Pizza.

Al retirar el autobús, así quedó la fachada del recién inaugurado restaurante Tommy Grill y Pizza. Crédito: EDLP / Cándida Portugués

Washington Heights – El accidente ocurrido a las 7:35 de esta mañana entre un autobús de la línea M4 y una minivan -en las calles 154 y 155 con Broadway- dejó un saldo de cinco heridos en esta zona de Washington Heights, Manhattan.

De acuerdo con Kevin Ortiz, portavoz de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA), el conductor había finalizado su turno de trabajo y dirigía el autobús vacío -en dirección norte- cuando a la altura de la calle 155 una minivan se le cruzó haciéndole perder el control y chocar contra un negocio.

Dos de los heridos fueron ingresados en el Harlem Hospital y otros dos en el Saint Luke mientras que el conductor del bus no necesitó atención hospitalaria. No hay información oficial sobre su estado y tampoco fue identificado. Algunos testigos indicaron que ninguno parecía seriamente herido, pero otros afirmaron que dos de ellos parecían estarlo.

En la zona del accidente está ubicada una gasolinera y la parada del autobús Bx6. En ella dos personas esperaban y fueron arrastradas por el bus, que acabó empotrado en la fachada del restaurante Tommy Grill y Pizza, inaugurado recientemente.

Si el bus hubiera chocado en la gasolinera o si el restaurante hubiera estado abierto los resultados habrían sido bien diferentes. En el exterior del restaurante, uno de sus repartidores estaba asegurando su bicicleta cuando ocurrió el accidente. Su temblor era evidente y rehusó hablar con los medios e identificarse.

En el interior del negocio estaba el chef, José Luis Mejía, quien visiblemente afectado contó que escuchó “un ruido, me volteo y veo que la fachada se mete adentro”.

“El van se atravesó, el bus trató de evitarlo y esa (mini) van salió volando”, informó Gustavo Carvajal que estaba esperando el autobús M5 y mirando a ver si era su autobús el que venía. Carvajal fue una de las personas que llamó al 911.

Otro testigo, José Calle, se libró de ser una de las victimas porque tras dejar a su hija en el colegio en la calle 155 se detuvo unos metros antes del lugar a conversar con una vecina. “Si no me para, el bus me hubiera pillado, esta es la segunda vez que me salvo”, dijo refiriéndose a que en el 2003 al cruzar una calle fue golpeado por una tabla de ‘plywood’ caída desde una obra y fue dado por muerto. “Cuando mi familia había firmado los papeles para que me desconectaran el doctor vio que había abierto los ojos y los movía”, informó.

También acompañando a su hija al colegio estaba el concejal del área Mark Levin. “Estaba a dos cuadras de aquí y llegué apenas dos o tres minutos después del choque”, afirmó.

Además de los servicios de emergencia -ambulancias, policía y bomberos- acudieron inmediatamente los empleados de ConEdison que verificaron las líneas de gas y electricidad. Los edificios de la zona no fueron evacuados.

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