Hondureños mutilados buscan a Peña Nieto

MÉXICO — La espera rindió frutos a 15 hondureños centroamericanos mutilados que por casi dos semanas estuvieron varados en la frontera y ahora se encaminan a la Ciudad de México con todo y sillas de ruedas, muletas y prótesis para exigir una indemnización y el cese de la persecución contra indocumentados al presidente Enrique Peña Nieto.

En esta inédita situación, fue el propio Instituto Nacional de Migración (INM) el organismo que les otorgó los servicios humanitarias por seis meses; el servicio de transporte corre por cuenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

Aún tendrán que resolver el transporte y la alimentación en albergues de caridad para inmigrantes que ya conocían desde mucho tiempo antes de que les pasara por la cabeza regresar para llamar la atención sobre la incapacidad que afecta a cientos de centroamericanos que tuvieron accidentes en México sobre el tren de carga rumbo a Estados Unidos. Algunos huían de delincuentes; otros, de autoridades de todo tipo o se quedaron dormidos por el cansancio.

Marco Tulio Cruz se cayó de “La Bestia” hace 24 años. Ahora tiene 48 años y es uno de los 15 migrantes que ayer pasaron de Chiapas a Oaxaca, donde pernoctaron para encaminarse hoy a la capital del país.

“Tenemos que ver cómo llegamos hasta el presidente Enrique Peña Nieto, que es lo que más queremos, para arreglar la problemática de los migrantes con él”, señaló José Luis Hernández, vocero de la Asociación de Migrantes Retornados con Discapacidad de Progreso y Oro Honduras (Amiredis), quien en 2005 sufrió la amputación de un brazo, una pierna y tres dedos, luego de desmayarse y ser arrollado por el tren. Las autoridades no se han pronunciado al respecto, si el mandatario mexicano podría recibirlos o no, pero el visado les dio esperanzas.

El grupo llegó el pasado 26 de marzo a Chiapas, después de haber caminado medio a rastras durante nueve días desde Honduras.

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