Oposición venezolana dividida ante el diálogo con Maduro

Las diferencias entre los integrantes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) hacen temer una posible ruptura

Integrantes de la oposición que se oponen al diálogo con el presidente Nicolás Maduro reunidos  en la Plaza Brion de Chacaito, en Caracas.

Integrantes de la oposición que se oponen al diálogo con el presidente Nicolás Maduro reunidos en la Plaza Brion de Chacaito, en Caracas. Crédito: EFE

CARACAS, Venezuela.- Gobierno y oposición retomaron ayer los contactos en busca de soluciones para un país en crisis, cinco días después del primer encuentro, calificado como histórico.

Los delegados de ambos bandos buscaron conformar las mesas de trabajo de la agenda común y la metodología de los encuentros. Pero más allá de los pormenores, una vez más se confirmó que la Mesa de la Unidad Democrática está dividida en dos partes: moderados y radicales.

Las diferencias van más allá de la ideología. Entre los dialogantes o moderados están el partido centrista Primero Justicia, el democristiano Copei, el socialdemócrata AD, el socialcristiano Un Nuevo Tiempo y los izquierdistas La Causa Revolucionaria, Avanzada Progresista y el Movimiento Progresista, estos dos últimos con destacados militantes exchavistas.

Al frente, Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la alianza y el político que ejerce de “hombre bueno” entre tantos egos, estrategias e intereses encontrados. Y como líder más destacado, Henrique Capriles, gobernador de Miranda.

En el otro lado de la misma casa, los que nada quieren saber del diálogo como Voluntad Popular (partido del preso político Leopoldo López, que ya participa de la Internacional Socialista), Alianza Bravo Pueblo (socialdemócrata, liderada por el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma), la izquierdista Bandera Roja, la regionalista Proyecto Venezuela y la dirigente conservadora María Corina Machado.

Siempre se dijo en la MUD que en la virtud (la suma de más de 30 organizaciones) estaba el defecto (continuos desencuentros). La pregunta que flota ahora en el mentidero político de Caracas es si tales diferencias pueden provocar la escisión de algunos de sus elementos.

“Hay posiciones divergentes, pero con el mismo propósito. Las distancias dentro de la oposición están en el cuándo y en el cómo, no el qué ni en el por qué de la lucha”, valora Ángel Oropeza, doctor en Ciencias Políticas.

Oropeza destaca que la declaración de los grandes líderes se mide para no golpear al compañero de lucha, incluyendo también a Machado y a otros dirigentes. “Por supuesto, y como pasa siempre, las bases suelen ser más radicales y hostiles con el contrario que los líderes”, añade el politólogo. Lo confirman las redes sociales, donde las diatribas se convierten en insultos.

El termómetro ha subido tanto que no se descarta una ruptura futura. “Podría ser algo que ocurra vistos los acontecimientos. Hay muchas maneras de frenar eso, pero hasta ahora se camina hacia esa ruta”, confirmó el politólogo Edgard Gutiérrez.

Hinterlaces, la encuestadora de cabecera del chavismo, aportó ayer los primero datos estadísticos sobre el debate del jueves, una de las emisiones televisivas más vistas de los últimos tiempos: siete de cada diez venezolanos escucharon a los dirigentes en algún momento de la noche.

La oposición habría ganado el debate para el 34% de los consultados, aunque el presidente Nicolás Maduro (quien se saltó el acuerdo previo de hablar sólo durante 10 minutos para estirarse por encima de una hora) salió victorioso para el 25%.

Uno de los datos más interesantes es que el 12% de los oficialistas estima que la oposición ganó el debate.

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