Francisco dice que Juan Pablo II tuvo la “fuerza de un gigante”

Roma y el mundo están listos para la canonización, este domingo, del "Papa viajero" y del "Papa bueno"

El papa Francisco a su salida de la iglesia de San Ignacio de Loyola en Roma, Italia, donde el jueves canonizó al padre Anchieta, un jesuita que evangelizó en Brasil.

El papa Francisco a su salida de la iglesia de San Ignacio de Loyola en Roma, Italia, donde el jueves canonizó al padre Anchieta, un jesuita que evangelizó en Brasil. Crédito: EFE

CIUDAD DEL VATICANO — El papa Francisco expresó su felicidad por proclamar la santidad de Karol Wojtyla, un “gran hombre y papa”, en un mensaje que envió a los fieles polacos y que publicó ayer la oficina de prensa del Vaticano.

“Le estoy agradecido a Juan Pablo II por su servicio sin descanso, por su guía espiritual, y por haber introducido a la Iglesia en el tercer milenio de la fe y por su extraordinario testimonio de santidad”, señaló en su mensaje Francisco, que mañana celebrará la canonización de Wojtyla junto con la de Juan XXIII.

Para Francisco, el Papa polaco “abrió la sociedad, la cultura, los sistemas políticos y económicos a Cristo interviniendo con la fuerza de un gigante. Una fuerza que le llegaba de Dios”.

El Papa argentino destacó además su gran “humanidad” que llevó a los cristianos de todo el mundo “a no tener miedo de proclamarse cristianos, de pertenecer a la Iglesia”.

“Nos ha ayudado a no tener miedo de la verdad, porque la verdad es garantía de libertad. Y en estas palabras que pronunció el Papa me identifico totalmente”, agregó el argentino en un mensaje que emitieron anteanoche las televisiones polacas.

El Pontífice recordó que Juan Pablo II participó en el Concilio Vaticano II y después de su elección se comprometió para que en la Iglesia encontrasen su lugar “todas las naciones, idiomas y culturas”.

Francisco terminó su mensaje agradeciendo a todos los medios de comunicación por su trabajo, que llevará la canonización de los dos papas, a quienes no podrán desplazarse a Roma.

En la víspera, ayer el arzobispo de San José de Costa Rica, José Rafael Quirós, celebrará una misa para todos los peregrinos de lengua española en la Iglesia Nacional Española de Santiago y Montserrat de la capital italiana.

El protagonismo costarricense en este caso se debe a la figura de Floribeth Mora, la mujer de ese país que, oficialmentem por un milagro de Juan Pablo II, sanó inexplicablemente de una grave enfermedad y a la que se espera en Roma.

En la noche, se realizará la “Noche Blanca de Plegaria”, en la que once iglesias romanas ofrecerán homilías en seis idiomas: italiano, español, portugués, inglés, francés y árabe.

Juan XXIII, conocido como el “Papa bueno”, facilitó el acercamiento de la Iglesia católica con el mundo del siglo XX, será canonizado junto con Juan Pablo II.

Nació con el nombre de Angelo Giuseppe Roncalli, el 25 de noviembre de 1881, en Sotto il Monte, Bérgamo, en el norte de Italia, y falleció, el 3 de junio de 1963, en su residencia en el Vaticano.

Su aportación fundamental a la Iglesia católica fue la proclamación del Concilio Vaticano II, el 21 de enero de 1959, sólo dos meses después del inicio de su pontificado. Este organismo instó a todos los obispos del mundo a promover la adaptación de la Iglesia a los nuevos tiempos y a decidir la forma de transmitir el mensaje de Dios con un lenguaje más comprensible para todos.

La reunión tuvo consecuencias en la forma en la que los católicos se relacionaban con la Iglesia, como la adaptación de la liturgia, que, posteriormente, dio paso a las lenguas vernáculas en lugar del latín.

Fue elegido Papa, el 28 de octubre de 1958, en sustitución de Pío XII y bajo el nombre de Juan XXIII, que tomó por el apóstol Juan.

Se le reconocen la modernización de la vida en el Vaticano, el rejuvenecimiento del Colegio Cardenalicio y la intensificación de las relaciones diplomáticas del papado con los líderes políticos mundiales; su contribución a reducir la tensión entre comunistas y cristianos, y la creación de la Comisión para la Unidad Cristiana con el fin de forjar lazos amistosos con las iglesias protestantes y ortodoxas.

Publicó ocho encíclicas, la primera “Ad Petri Cathedram” (“La cátedra de Pedro”), el 29 de junio de 1959, y la última, “Pacem in terris” (“La paz en la tierra”), el 11 de abril de 1963.

El evento de canonización, que empezará a las 10 a.m. (4 a.m. en Nueva York), será en latín y estará precedida por la coronilla de la Divina Misericordia, que se recita empleando el rosario, y por cantos interpretados por los coros de Roma, Bérgamo, Cracovia y el coro oficial de la Capilla Sixtina.

El acto inicia con el canto de la Letanía de los Santos y, a continuación, el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal Angelo Amato, hace tres peticiones al Pontífice para que inscriba a los beatos –en este caso, Juan Pablo II y Juan XXIII– en el Libro de los Santos.

Primero lo pide con “gran fuerza”, una vez más con “mayor fuerza” y, por último, con “grandísima fuerza.” La ceremonia durará, aproximadamente, dos horas y concluirá con el Regina Caeli, oración típica del tiempo de Pascua.

Se ha creado una aplicación especial para la canonización: www.2popesaints.org

Univisión: desde las 4 a.m. a 6 a.m
Telemundo: desde las 4 a.m. a 6 a.m.
Ecuavisa Internacional: empezará la transmisión a las 5 a.m.
EWTN: 12:30 a.m. transmisión de vigilia hasta la misa de canonización programada para las 5 a.m.

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