Catherine Gómez

Busca su futuro en la seguridad cibernética

Catherine Gómez (23) enfocó sus metas y el corazón en el demandante campo de la seguridad cibernética y actualmente estudia una maestría en New York University Polytechnic School of Engineering.

Catherine Gómez (23) enfocó sus metas y el corazón en el demandante campo de la seguridad cibernética y actualmente estudia una maestría en New York University Polytechnic School of Engineering. Crédito: <copyrite>EDLP</copyrite><person>Gerardo Romo< / person>

Pocas latinas figuran en carreras relacionadas con ciencias y matemáticas, pero la mexicanoamericana Catherine Gómez (23) enfocó sus metas y el corazón en el demandante campo de la seguridad cibernética.

La estudiante de maestría en New York University Polytechnic School of Engineering nutrió su habilidad con los números influenciada por su padre, Adán Gómez, un maestro de matemáticas que enseñó por ocho años en escuelas de su natal Puebla antes de emigrar a Nueva York. Actualmente es profesor en una secundaria de Brooklyn.

“Mis padres enseñaron en escuelas públicas en Chiautla de Tapia [Puebla]. Al llegar a la ciudad no se detuvieron, revalidaron sus profesiones por el amor a las aulas”, comentó sobre sus progenitores Adán y Hermila Gómez.

“Mi hermano y yo seguimos su ejemplo. En nuestra familia la educación es una herencia valiosa”.

Catherine descubrió su pasión por las ciencias computacionales en la adolescencia, durante un taller vocacional entre noveno y décimo grado.

“Tomé una clase de informática y reparación de equipos, y pensé que quería dedicarme a la cibernética toda mi vida. Otras chicas hispanas de mi clase eligieron el mismo camino”, apuntó. “Es muy raro que estudiantes hispanas opten por esta carrera, pero yo no quiero destacar por ser latina o mujer, sino por mi talento”.

Según estadísticas de la Oficina del Censo, la cifra de mujeres en ocupaciones de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas -comúnmente llamadas ocupaciones de STEM- disminuyó de 34% en 1990 a 26% en 2011.

La proporción de mujeres en empleos relacionados con la computación alcanzó en 1990 un elevado 34% pero decreció al 27% en 2011. En el mismo año las mujeres constituyeron casi la mitad de los trabajadores en matemáticas con el 47%.

“No hay razón para que las estudiantes latinas teman a los números. Tenemos las habilidades y la inteligencia necesarias para brillar en este campo”, resaltó Catherine. “El esfuerzo y la perseverancia son la clave. No hay sueño imposible si de verdad se desea, ese es un gran consejo de mis padres”.

Adán Gómez (52), docente de la secundaria Franklin Delano Roosevelt, comentó que la frase “el ejemplo arrastra” aplica cuando se trata de encaminar a los hijos al éxito escolar.

“No es suficiente con pedirles que lean o estudien. Los padres debemos practicar el consejo para influir en las decisiones de nuestros hijos”, apuntó el catedrático. “La educación es una patrimonio que nadie podrá arrebatarles”.

El educador indicó que Catherine y su hermano Iván, quien también está en la universidad, fueron libres de elegir las carreras que persiguen.

“Nuestra responsabilidad se limita a guiarlos y velar por ellos”, indicó. “No podemos obligarlos a que concluyan nuestros proyectos frustrados”.

La estudiante de seguridad cibernética -profesión en boga centrada en la protección de la infraestructura informática de agencias de gobierno y compañías privadas- reconoce que las matemáticas pueden ser intimidantes, pero aconsejó a las estudiantes latinas a no temerle.

En 2013, la demanda de expertos en seguridad cibernética creció a 3.5 veces el ritmo del mercado laboral en carreras computacionales y 12 veces en el mercado general, según el reporte de la compañía –que utiliza inteligencia artificial- Burning Glass International Inc., con sede en Boston (http://www.burning-glass.com/research/cybersecurity/).

Según NYU, sus estudiantes de posgrado se gradúan con un promedio de más de 2 ofertas de trabajo y un salario inicial de $ 100,000.

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