Viejas infraestructuras de NYC amenazan a sus habitantes

El descarrilamiento del tren F, las viejas alcantarillas y tuberias de NYC son los síntomas de la necesaria renovación

La antigüedad media del sistema de alcantarillado es 84 años, la de las tuberías de agua es 69 años y la de las del gas es 56 años.

La antigüedad media del sistema de alcantarillado es 84 años, la de las tuberías de agua es 69 años y la de las del gas es 56 años. Crédito: EFE

Nueva York — La explosión de gas en El Barrio y el descarrilamiento del tren F en Queens ocurridos este año pusieron sobre la mesa el debate del mal estado de las infraestructuras de Nueva York.

Un reporte de la organización Center for an Urban Future confirmó que gran parte de las carreteras, puentes, edificios públicos, alcantarillado y red de metro de la ciudad ya han sobrepasado su vida útil y precisan de una costosa renovación.

“Espero que la explosión y el descarrilamiento les haga ver a los políticos y a las agencias municipales la urgencia de esta renovación”, dijo Adam Forman, autor del reporte. “Aunque estas tragedias sigan siendo raras, la antigüedad de las infraestructuras es responsable de incontables fallos e interrupciones”.

Después de nueve meses de concienzuda investigación, Forman llegó a la conclusión de que es necesario invertir más de $47,000 millones para reparar o reemplazar las infraestructuras existentes en la ciudad.

El autor del reporte considera que esa cantidad es inasumible sólo por parte del gobierno municipal, y por ello los gobiernos estatal y federal también deben convertir esto en una prioridad por el bien de los ciudadanos.

“Para mejorar la calidad de vida y la vitalidad económica de la ciudad, es imperativo que invirtamos en la rehabilitación de la infraestructura central”, añadió Forman.

La antigüedad media del sistema de alcantarillado es 84 años, la de las tuberías de agua es 69 y la de las del gas es 56, de acuerdo al reporte.

Estas tuberías además están fabricadas de materiales anticuados y ya en desuso que tienen más probabilidades de romperse y provocar fugas. Esto se traduce en que más del 2% del gas que la eléctrica Con Edison emite al año en Nueva York, nunca llega a sus clientes. Y la diferencia entre la cantidad de agua que entra en las tuberías y la que realmente llega las viviendas es de un 24%. Desde 1998, se han registrado más de 400 fugas de agua por año.

“En algunos casos, la infraestructura de Nueva York es tan antigua que no sabemos lo que pasa debajo de las calles”, dijo el experto en planificación urbana Alexander Garvin, que fue consultado para el informe. “Puede haber una fuga de agua en el bajo Manhattan y nuestros ingenieros no serían capaces de encontrarla”.

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