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Mañanas de zumba

Un grupo de mujeres se une detrás de una misma meta

En las mañanas, luego de dejar a sus hijos en la escuela, alrededor de 30 mujeres se citan para bailar y hacer ejercicio al aire libre.

Las clases gratuitas son una iniciativa de Helen Alvarado, una joven de 23 años, que comenzó bailando zumba en la sala de la casa.

Alvarado cuenta que luego de tener a sus dos hijos había aumentado de peso.

“Sabía que necesitaba ejercitar y comer mejor. Pero lo que más motivó fue cuando le diagnosticaron un problema del corazón a mi mamá”, recordó Alvarado. El médico le dijo a Iris Mejía, madre de Helen, que necesitaba bajar 30 libras.

“Como las clases de zumba son muy caras, decidimos hacerlas en la casa, entre nosotras”, explicó Alvarado, quien ya antes había dado clases de danza.

Mejía invitó a cuatro amigas que también querían bajar de peso, a reunirse. Pronto empezó a correrse la voz y hoy, la clase cuenta con 30 fieles seguidoras que se reúnen durante la semana. Cuando se llenó la sala de la casa, las mujeres decidieron mudar la clase al parque que queda detrás de la escuela donde estudian sus niños, en Los Ángeles, California.

“Muchas señoras perdimos peso. Helen también nos enseña a comer más sano y nos da consejos de nutrición”, indicó Mejía.

Después de la clase, Alvarado vuelve a su casa y se prepara para ir a trabajar.

“Veo a algunas señoras que cuando empiezan a perder peso, se arreglan más, vienen más bonitas. Me alegra ver que las clases las hacen felices”, comentó la instructora que sigue dando las clases sin cobrar un centavo.

Cuando se mudaron al parque, las mujeres hicieron una colecta para comprar una bocina para escuchar mejor la música.

El grupo también hizo colectas de dinero cuando falleció el padre de una de ellas y para ayudar al equipo de hockey sobre hielo de los niños.

Todas nos damos ánimo y nos ayudamos entre nosotras”, indicó Alvarado que logró perder más de 25 libras.

Mejía y Alvarado coinciden en que las clases de zumba son mucho más los pasos de baile, y representan lo que puede lograr una comunidad cuando se une detrás de un proyecto colectivo.

“Para mí este grupo es como una nueva familia. No es tanto el ejercicio, sino la energía de tantas mujeres que quieren sentirse bien“, opinó la joven, quien no piensa detenerse en su tarea.

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