En Suffolk, los latinos no valen

@LJCartagena

En Suffolk, Long Island, tal parece que la policía mide la energía que utilizan en sus investigaciones de crimen violento según la raza de las víctimas. Es decir, que los latinos no valen.

En 2010 dos trabajadores latinos, Juan Sánchez y Antonio Tum, estuvieron bebiendo en un área boscosa en el pueblo de Shirley. Al caer la noche Sánchez fue asesinado y Tum tuvo que ser hospitalizado con señales de haber sido víctima de un ataque atroz.

Hasta el día de hoy nadie ha sido identificado como culpable. La policía inicialmente reportó a los medios que Sánchez murió de causas naturales y nunca clasificaron el ataque contra Tum como crimen. Rehusaron registrar el incidente como un crimen de odio y hasta reasignaron a otras tareas a un sargento que sí sospechó que fue un caso de odio.

Supuestamente hay una cámara que grabó a ciertos individuos saliendo del lugar esa noche pero nunca hubo un llamado por la policía para solicitar la ayuda del público con la identificación de los sospechosos.

Tum sobrevivió al ataque y fue interrogado en el hospital por investigadores que insinuaron que él fue el asesino –algo imposible debido al tipo de heridas que sufrió. En abril, después de cuatro años sin hacer nada, la policía de Suffolk lo volvió a interrogar sin permitirle acceso a sus abogados en LatinoJustice. Ahora vive afuera del estado por su propia seguridad.

Finalmente, el fiscal de Suffolk no permitió a los familiares de Sánchez, que están en El Salvador, tener acceso a los resultados de la autopsia. “Queremos tener la información sobre la manera en que murió”, dice su hermano Merín Sánchez.

Cuatro años y ningún resultado de la supuesta investigación.

No es la primera vez que la policía de Suffolk ha sido acusada de menospreciar a los residentes latinos de su condado. Las quejas de la falta de protección para trabajadores salieron a la luz a raíz de la muerte del inmigrante Marcelo Lucero en el 2008. Un informe titulado “Clima de Miedo” documentó veintenas de otros casos de crimen de odio sin resolver.

En 2013 el Departamento de Justicia concluyó su demanda contra la policía de Suffolk con un acuerdo para reformar las prácticas de ese departamento en cuanto a los latinos. Y este año los medios reportaron el arresto de un sargento por robar a más de 25 hispanos durante detenciones por violaciones de tránsito.

El sargento paraba solamente a latinos en las carreteras y lo hizo por más de cinco años. Se aprovechó del temor que muchos de los choferes le tenían por ser indocumentados.

Es tiempo de que el Departamento de Justicia tome acciones drásticas. La comunidad latina en Suffolk tiene toda la razón si dejan de confiar en la policía

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