Terremoto de trompadas
Leo Santa Cruz tiene el secreto del talento y la disciplina
Leo Santa Cruz celebra tras derrotar a Manuel Román por nocáut en dos asaltos el sábado pasado en MGM Grand Garden Arena de Las Vegas. Crédito: <copyrite>GETTY</copyrite><person>< / person>
Jairo Giraldo
@jairogiraldo10
Un terremoto de trompadas. Es eso seguro. Luego también la victoria, porque Leo Santa Cruz, salvo un empate, cuenta por triunfos sus 28 peleas desde que entró en el boxeo a la paga en 2006 con 18 años.
En un momento especial para el laureado boxeo mexicano, en el que los fans no saben si seguir aplaudiendo a Juan Manuel Márquez por lo que les da a los 40 años, o si les dan otra oportunidad a los consentidos Saúl “Canelo” Álvarez y Chávez Junior, por lo que les pueden ofrecer, apareció un fenómeno llamado Leo Santa Cruz que sin pedir permiso a nadie se abrió paso a las puras trompadas y en menos de lo que canta un gallo se trepó a lo más alto sin que nadie le regalara nada.
“Respeto a todos mis rivales pero yo voy a hacer mi trabajo”, ha dicho siempre el muchacho de sangre michoacana, pero hecho peleador en la vecina ciudad de Rosemead, California.
Una combinación perfecta de la sangre caliente y el corazón bravío del boxeador mexicano, con una dosis peligrosa de inteligencia para resolver sus dudas en el ring.
En un fin de semana de fiestas patrias mexicanas, en las que se suele matizar el patriotismo con las grandes batallas y ruidosas victorias de sus peleadores, los connacionales de JC Chávez casi se iban con las manos vacías en una mala noche, hasta que subió al cuadrilátero Leo Santa Cruz y, sin dejar espacio para las dudas, acribilló a Manuel Román en dos asaltos para retener su título en 122 libras.
“Gané como siempre dije que iba a ganar. Me preparé a conciencia y por eso sabía que podía terminar la pelea así. Quiero ganarlo todo”, le dijo a La Opinión luego de su triunfo en Las Vegas.
De una humildad en el trato que hace más gande su tamano como boxeador, “Terremoto” es ya un coleccionista de títulos que ganó dos versiones CMB y FIB en los gallos (118 libras) y tras limpiar la división en 2013 fue un escalón más arriba y en los supergallos (122 libras), ganó el título CMB para dominar con igual consistencia.
Dueño de un biotipo privilegiado para la categoría, pocos dudan que intente un gran recorrido que lo puede llevar hasta las 135 libras.
Sus medidas: 1.70 de estatura y sus larguísimos brazos (1.75 de alcance) avalan cualquier proyecto en corto plazo.
Confiado en su gran talento Santa Cruz, tenía en lista a Abner Mares y a Nonito Donaire, para dar otro salto de calidad.
Sin embargo, los vaivenes del boxeo jugaron en contra y como Johnny González sacó del camino a Mares y el cubano Guillermo Rigondeaux arrolló a Donaire, el llamado “Terremoto” debió permanecer unos meses más de la cuenta en los supergallos.
Ya todos lo esperan en los pesos pluma (126 libras) para saber de qué está hecho y si es verdad que puede con el peligroso “Chacal” Rigondeaux
“Ha estado hablando mucho [Rigondeaux], dice que yo le tengo miedo. Pues nomás digan dónde y cuándo y estoy listo para pelear”, fue su grito de guerra
