Estás embarazada… ¿Y ahora?

Cuando ya tienes tu vida organizada, un embarazo sorpresivo puede amenazar tu rutina, pero no dejes que cunda el pánico

Un nuevo bebe es una bendición, pero también puede traer descontrol a tu vida.

Un nuevo bebe es una bendición, pero también puede traer descontrol a tu vida. Crédito: Archivo / La Opinión

Amanda tenía todo bajo control: sus hijos en crecimiento –de 4 y 7 años-, llevaba apenas un año de disfrutar a plenitud de su nuevo escenario, cuando descubrió que había dejado de menstruar.

“Pensé que se trataba de un retraso, tengo 34 años así que no era la menopausia y por otro lado ya me había operado para no embarazarme, pero aun así ocurrió. La sorpresa fue intensa para mí y mi esposo. Todo quedó fuera de control, mis ánimos y planes se derrumbaron y no es que no deseara a mi hijo, pero honestamente no lo teníamos contemplado”, explica la joven mujer.

La historia de Amanda es más común de lo que parece, y aunque ciertamente la llegada de un nuevo miembro es motivo de alegría, también lo es que puede causar mucho descontrol en las rutinas, así como a nivel emocional. Los padres pueden ser los más afectados, pero no esto no significa que los hijos no se vean involucrados en este desajuste.

Si todo parece en tu vida una locura que te puede hacer sentir desadaptada, y debes evitar sentirte culpable por ello, pues no se trata solamente de la sorpresa y el cambio de planes de ahora en adelante, también los cambios hormonales propios del embarazo van a involucrarse e influirán en tu estado de ánimo, dice la ginecóloga Leticia de Anda.

Pero te servirá de mucho, por un lado, hablar con tu familia sobre la noticia y estar alerta a las reacciones de cada uno. Si tu hijo es muy pequeño –de 2 a 6 años-, todo puede resultarte bastante sencillo, en el sentido de que sus preguntas o actitud serán más fáciles de manejar y estará muy atento de los cambios que se generen en tu cuerpo. Éste será un momento ideal para hacer que conecte con su nuevo hermano y lograr que se sienta parte de este nuevo episodio de vida.

En cambio si el mayor está en las etapas de prepubertad y pubertad, el panorama puede ser distinto, ya que ahora está muy cómodo y adaptado con la vida que tiene y hay más conciencia de la forma en que todo cambiará, así que lo indicado es darle seguridad y certeza, a pesar de que será necesario ceder en algunas cosas y hacer adecuaciones tanto en cuestión de espacios físicos, de tiempo y estilo de vida.

La especialista recomienda que le hables a tu hijo con franqueza y dibujes un panorama claro de cómo será la rutina. Puede causarle enojo al principio, pero agradecerá tu honestidad y le facilitará el proceso de adaptación.

Ahora bien, con chicos de esta edad y más grandes debes ser cuidadosa en el sentido de hacerles ver que su participación es importante en el desarrollo del bebé, que de vez en cuando requerirás de su apoyo para su cuidado, pero de ninguna manera pretendas o les hagas sentir que son los niñeros de su hermano.

Es cierto que eventualmente tendrás que pedirles que cancelen un compromiso que ya tengan o que dejen de ver el televisor para echarte una mano con la alimentación del bebé mientras tú haces algo más, pero esto no debe ni convertirse en un estilo de vida ni tampoco en una obligación para ellos.

No podemos decir que todo será sencillo, pero a diferencia de cuando tuviste a tu primer hijo, ahora eres más madura emocional e intelectualmente, tienes experiencia y sabes cómo conducir una familia. Estos son pilares que te ayudarán a darle la bienvenida a tu nuevo bebé y hacer que el resto de los integrantes lo hagan también.

Para leer: Tras la llegada del bebé. Wynn McClenahan Burkett. Editorial Urano

Colaboración de Fundación Teletón México

“La empatía: nos hace vivir el sentir ajeno”

Bojorge@teleton.org.mx

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