Uber pisa el acelerador para ampliar su mercado

La plataforma operará en la ciudad fronteriza de Tijuana

Ryan Graves, director de operaciones de Uber.

Ryan Graves, director de operaciones de Uber. Crédito: <copyrite>Cortesía< / copyrite><person> < / person>

Tijuana, la frontera mas transitada del mundo, con el transporte público más caro e ineficiente de México, es ahora el reto de Uber, la compañía que “conecta” a quien necesita transporte local con personas particulares que ofrecen el servicio.

“Conquistamos Los Ángeles, que representaba un tremendo reto de logística por ser una ciudad tan dispersa; entramos a Nueva York que tiene un sistema de transporte público muy completo; llegamos a las ciudades de más rápido crecimiento en el mundo y ahora será Tijuana”, dijo a este diario, Ryan Graves, jefe de operaciones globales de Uber.

La empresa en internet está buscando constantemente nuevos mercados y lo hace a toda prisa para ser, como dice Graves de 31 años, “el chofer privado de todos” a partir de una aplicación en teléfonos móviles.

Es un negocio con sede en San Francisco, ampliado ahora a 46 países. La empresa está valorada en $15,000 millones.

Y aunque “la confianza no se construye de la noche a la mañana”, Uber apuesta por Tijuana, ciudad que lucha por quitarse de encima la imagen de inseguridad que la azotó en años recientes.

Uber verifica antecedentes, antidoping y perfil psicológico del chofer. “Crear esa confianza en los choferes es un reto, pero es posible”, sostiene Graves, explicando que antes de arrancar operaciones en una ciudad se analiza la dinámica del lugar. También debe encontrar el “equipo” adecuado para que operen localmente a Uber.

Lograr un servicio de Uber en el que los choferes puedan cruzar pasajeros de un lado a otro de la línea fronteriza, ya está en sus planes.

Uber no se ve a sí misma como una compañía de transporte público porque son los dueños de los vehículos quienes trasportan a los usuarios. Lo que la empresa hace, dice Graves, “es conectar a proveedor con usuario y dar herramientas para que el chofer cobre al pasajero”.

En Tijuana cuenta con el apoyo de las autoridades locales y el sector empresarial.

Y eso es algo que no ocurre en todos los lados. La legalidad de las actividades de la empresa está siendo cuestionada en California y Pensilvania, y defensores de los derechos de los trabajadores sostienen que los choferes deberían ser considerados como empleados y recibir beneficios.

Graves, por su parte, está seguro de ir en la dirección correcta ofreciendo lo que el consumidor necesita. “Vamos a ganar, porque la historia no tiene vuelta atrás”

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