Los puntos clave de NY

Futuro de la agenda latina en manos de quien gane el Senado

Un residente de El Barrio, luego de votar en la PS 102 en la jornada de ayer.

Un residente de El Barrio, luego de votar en la PS 102 en la jornada de ayer. Crédito: <copyrite> Mariela Lombard </copyrite><person>< / person>

La batalla del Senado. Quien gane el control del Senado en Albany determinará el futuro de la agenda latina en los próximos dos años, especialmente si los republicanos logran la mayoría de la Cámara de Representantes y el Senado federal y terminan así por archivar el proyecto de reforma migratoria en Washington. Para controlar la cámara alta estatal se necesitan 32 escaños de los 63 existentes. Se espera un resultado tan ajustado que el destino del cuerpo dependerá probablemente de las negociaciones posteriores a los comicios.

Dream Act. Si los demócratas ganan control del Senado en Albany, la Ley de Sueño estatal, la licencia de conducir para indocumentados y otros proyectos progresistas tendrán más posibilidad de ser aprobados. El DREAM Act fue rechazado por sólo dos votos la última vez que fue votado este año, cuando el Senado estaba bajo el control de una alianza del GOP y una facción de demócratas independientes.

Andrew Cuomo. Su reelección se da por descontada. El gobernador deberá demostrar si es capaz de cumplir su promesa de campaña de apoyar medidas que favorezcan a los inmigrantes y a la clase trabajadora, como el DREAM Act y la suba del salario mínimo, o si continuará con la tendencia centrista de su primer mandato.

La ola de los pequeños partidos. La mayoría de los principales políticos latinos de Nueva York, encabezados por la congresista Nydia Velázquez y la presidenta del Concejo, Melissa Mark-Viverito, han pedido a los hispanos que voten en la línea del Partido de las Familias Trabajadoras (WFP), un partido minoritario que apoya a candidatos que apoyan medidas progresistas como la subida del salario mínimo, la inversión en la educación pública y las políticas pro inmigrantes.

Si WFP saca un gran número de votos, presionaría a los legisladores y gobernantes estatales que salgan elegidos, empezando por Cuomo, a apoyar estas medidas. Como mínimo, el partido necesita 50,000 votos para seguir en el boleto en las próximas elecciones.

Igualdad para la mujer. Este tema cobró especial importancia en estas elecciones. Apuntando al electorado femenino, Cuomo eligió una mujer como compañera de fórmula, Kathy Hochul, y fundó un partido, el Women’s Equality Party (WEP), para apoyar medidas legislativas que acaben con la discriminación en el trabajo y las desigualdades en los salarios en base al género, y que protejan a las víctimas de violencia doméstica.

Nueva York también tendrá esta vez una vicegobernadora, aunque ninguna otra mujer concurrió a las contiendas estatales principales por los partidos mayoritarios.

Agenda De Blasio. El futuro de la agenda progresista de Bill de Blasio depende en gran medida del desenlace de las elecciones estatales. El alcalde se ha mostrado muy activo, haciendo campaña por Cuomo y los candidatos demócratas al Senado estatal, porque en Albany se decide la regulación de las rentas, el salario mínimo y los impuestos. El alcalde quiere que se congelen las rentas reguladas para que haya más vivienda asequible, que el salario mínimo suba a $13.13 la hora y que se suban los impuestos a los más ricos para que haya más dinero para financiar la educación pública. Nada de eso será posible con un senado estatal bajo control del GOP.

El pueblo vota. Además de los cargos electivos, los neoyorquinos decidirán en las urnas la suerte de tres propuestas: digitalización de propuestas de leyes; redefinición de la autoridad que cambia cada diez años los límites de los distritos electorales; y autorización para que el estado emita un bono de $2,000 millones para construir más aulas de preescolar y acabar con las denostadas “escuelas trailer”

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