¿Cómo lidian las redes sociales con el extremismo en internet?

Agencias de espionaje quieren que Facebook, Google y Twitter los ayuden más a supervisar cómo los extremistas utilizan la red. Aquí algunas claves de la compleja relación entre la inteligencia y las firmas tecnológicas.

Para la inteligencia británica, Facebook, Google y Twitter se han convertido en una red de “control y commando” para los terroristas.

Eso fue lo que aseguró esta semana en una carta al diario británico Financial Times esta semana Robert Hannigan, nuevo director del Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno (GCHQ, por sus siglas en inglés), una de las tres agencias de inteligencia de Reino Unido.

Hannigan quiere que estas compañías hagan más esfuerzos para ayudarles a supervisar cómo los grupos extremistas utilizan las redes sociales.

Organizaciones como el grupo extremista Estado Islámico utilizan Twitter, Facebook y Whatsapp para promover su ideología y demuestran un uso sofisticado de estas plataformas sociales.

Por otro lado, Hannigan está disconforme con los planes de las grandes compañías, como Microsoft, Google, Apple, Android y Yahoo, de ofrecer a los usuarios por defecto la opción de encriptar sus comunicaciones.

Las compañías tecnológicas quieren poner la privacidad de sus usuarios entre sus prioridades a consecuencia de las revelaciones del exanalista de inteligencia Edward Snowden sobre la vigilancia masiva de comunicaciones por parte de las agencias de seguridad de Estados Unidos y Reino Unido.

A continuación exploramos algunas cuestiones clave en esta compleja relación entre los servicios de inteligencia y las firmas tecnológicas.

Estos videos han horrorizado al público general y se han convertido en una herramienta central de propaganda para los yihadistas de Estado Islámico.

Google dice que sigue una política de toleracia cero con estos videos, pero con más de 300 horas de video subidas a YouTube cada minuto, supervisar totalmente el contenido es una tarea imposible.

Tampoco es posible crear un algoritmo que censure el material antes de que sea subido a internet.

Por tanto Google, que es dueño de YouTube desde 2006, depende de que la comunidad de usuarios alerte sobre lo inapropiado de un contenido.

Después, ese contenido puede ser retirado de la red en custión de “horas”, dijo un portavoz de la compañía.

Además, cuando es requerido Google puede darle a las autoridades la dirección de IP desde la que se subió el video a YouTube

Por su parte Facebook ha recibido críticas por haberse negado inicialmente a borrar las imágenes en las que se veían cabezas cortadas en una parte de Siria controlada por Estado Islámico.

Inicialmente dijo que el material no violaba sus criterios de uso pero despúes bloqueó el material tras ser contactada por la BBC.

Una de sus principales preocupaciones es la promesa de una mayor encriptación de sus servicios.

Si Google, Apple, Microsoft y Yahoo continúan con sus planes estarán deshaciéndose de la llave para descifrar las comunicaciones y GCHQ quiere persuadirlos de que no sigan ese camino.

“Si alguien encripta las comunicaciones es difícil interpretarlas sin una llave. La verdadera preocupación es que los servicios de seguridad acaben ciegos”, le dijo a la BBC el experto en seguridad Alan Woodward, que asesoró en el pasado a GCHQ.

Yahoo prometió la encriptación “de un extremo a otro” de su servicio de correo electrónico para 2015, mientras que Microsoft se comprometió a asegurar que el contenido subido a sus servidores estaría encriptado por defecto.

Pero no está totalmente claro si una mayor encriptación implica que los datos son ilegibles.

Cuando la BBC se lo preguntó a Microsoft contestaron que no podían dar una respuesta detallada, diciendo que la compañía “responderá a peticiones gubernamentales legales”.

Esta actitud responde al viejo dilema entre seguridad y privacidad.

Las firmas tecnológicas saben que los gobiernos tienen un papel vital para mantener la seguridad de sus ciudadanos pero también saben que sus clientes, que pagan sus facturas, quieren un mayor anonimato y privacidad en el mundo de las comunicaciones pos-Snowden.

Por otro lado cada vez más los gobiernos de todo el mundo requieren información de los gigantes tecnológicos para procesar casos criminales.

Facebook acaba de anunciar que en los primeros seis meses de este año recibió 34.946 peticiones, un 24% más con respecto a la segunda mitad de 2013.

Facebook cree que aunque los gobiernos necesiten garantizar la seguridad de la población, las peticiones deben ser sean proporcionales y sujetas a supervisión judicial.

Por ejemplo, Facebook se ha opuesto a entregas masivas de información como la solicitada por un tribunal de Nueva York que demandó la entrega de prácticamente todos los datos de cerca de 400 personas.

Por su parte Google anunció en septiembre un aumento del 15% en el número de peticiones con respecto a la segunda mitad de 2013 y un incremento del 150% con respecto a hace cinco años.

Aunque ha habido un quiebre de confianza entre las agencias de inteligencia y las compañías tecnológicas, la mayoría de los expertos creen que la relación se puede salvar.

El experto en análisis de datos Peter Sommer cree que a partir de ahora veremos una mayor transparencia por parte de las agencias de vigilancia, como GCHQ.

Podrían por ejemplo empezar a generar informes como lo que publica Google o Facebook, sobre cuántas peticiones de información hace al año y sobre qué datos.

Sommer también predice que se pongan en práctica mejores mecanismos de control para evitar la vigilancia masiva y para garantizar que cualquier solicitud de información sea proporcionada y adecuada.

Sommer cree que se escucharán más opiniones francas como la expresada esta semana por Hannigan en su carta a medida que las agencias de seguridad tratan de persuadir al público general de que actúan por el interés de los ciudadanos.

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