Un fotógrafo redescubre el folklore puertorriqueño

Juan Sotomayor Pérez cumple un sueño: publicar su libro "Cuerdas de mi tierra"

La riqueza musical de Puerto Rico en un libro imperdible.

La riqueza musical de Puerto Rico en un libro imperdible. Crédito: Suministrada

Juan Sotomayor Pérez (74) tuvo el buen ojo para ser fotógrafo profesional y el buen oído para ser músico y grabar discos. Pero fue después de los cincuenta años cuando emprendió su mayor desafío profesional y de paso le ganó la carrera al tiempo que le está apagando la vista: publicó hace poco el libro “Cuerdas de mi tierra“, una historia de los instrumentos de cuerda nativos de Puerto Rico: Cuatro, Tiple, Vihuela y Bordonúa.

De niño, el nacido en El Barrio, no tuvo contacto con el folklore boricua. En el bachillerato recibió educación musical. “Aprendí viola y guitarra. En la década del cincuenta grabé un disco con el trío Los Duques. Me gustaba la música jíbara. Aprendí a tocar el cuatro, pero luego me dediqué a la fotografía porque dejaba más dinero”.

Retrató bodas y cumpleaños. La música se volvió un pasatiempo y la fotografía una profesión. En 1966 se convirtió en el primer fotógrafo de una minoría en trabajar para The New York Times. Allí se jubilaría en 2001.

Le sonó la investigación. Se dio cuenta de que no había libros sobre el cuatro, el instrumento nacional de Puerto Rico. Empezó a hacer las entrevistas y William Cumpiano las tradujo al español. Lo que empezó como un proyecto de varios meses terminó siendo de veinte años. “Hice noventa entrevistas. Hablé con personas hasta en España y África. Fue un proceso lento. Visité muchos archivos de prensa, bibliotecas y museos”.

Nunca pudo conseguir financiación. En veinte años gastó treinta mil dólares y doce mil para imprimirlo.

Para obtener el libro “Cuerdas de mi tierra” puede comunicarse con el autor a sotomayormoca@prtc.net. O en la página www.cuatro-pr.org Su costo es de $40 más $5 por gastos de envío.

Joaquin.botero@eldiariony.com

Uno de los hallazgos más fascinantes sobre el cuatro moderno tiene que ver con John Wilkes Booth, el asesino del presidente Abraham Lincoln. En 1880 un grupo de músicos españoles tocó en un teatro en Manhattan que pertenecía a su hermano Edwin Booth. “Usaban instrumentos como la bandurria y el laúd que sonaban como la mandolina y la gente los confundía. Empezó el entusiasmo por la mandolina y eso llevó a que el cuatro antiguo pase a ser un cuatro más moderno en forma de violín. La mandolina y el violín tienen la misma afinación, el mismo tipo de cuerda”, dice Sotomayor.

Sotomayor padece de ritinitis pigmentosa que se caracteriza por una degeneración progresiva de la estructura del ojo sensible a la luz. “Me queda poca vista, pero puedo seguir trabajando en el computador y leyendo. Su próximo proyecto es un libro sobre el café. “El pueblo donde vivo en Puerto Rico se llama Moca“.

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