Alma, vida y corazón, y no solo la razón

El presidente Obama tiene un doble trabajo al hacer los discursos para la comunidad latina,

“Háblenos como si estuviera hablándole a su familia”. Fue lo que le sugirió Eva Longoria al presidente Obama. Y siguió diciéndole: “Cuando nos dé un discurso [refiriéndose a la comunidad latina], hágalo con pasión”.

Poco después en la Casa Blanca, el Presidente se refirió así a los inmigrantes que habían sido traídos de niños a los Estados Unidos: “Ustedes fueron criados en un ambiente americano, son americanos de corazón pero lo único que no tienen son los documentos”, algo que fue aplaudido por este grupo.

Estos consejos de la súper estrella al presidente Obama fueron recogidos por el influyente periódico “The Wall Street Journal” y, lejos de ser un hecho aislado, llegaron hasta las aulas de algunas universidades del país.

“¿Entonces los latinos son ciudadanos de segunda clase a los que el presidente se tiene que dirigir solo usando emociones?”, le dijo a mi amiga Sirlene Roman un profesor de una de sus clases de maestría en una prestigiosa universidad de New Jersey.

Al ser latina, nacida y criada en América del Sur, esto fue como una bofetada en la cara para ella.

Tanto que le motivó a volver a revisar teorías de Geopolítica, en la cual una de ellas podría llegar a explicar por qué el latino tiene las emociones y pasiones a flor de piel.

Según su investigación, existen varias teorías que sostienen que el clima podría influir en la forma que la gente se expresa, siente y se desarrolla.

En lugares donde las temperaturas son más cálidas, el ser humano tiende a ser más emocional y apasionado (para bien y para mal). En los lugares del mundo donde las temperaturas son más bien frías, así lo son sus habitantes, faltos de emoción.

Entre algunos defensores de esta teoría esta el francés Montesquieu, que señala: “Si es verdad que el carácter del alma y de las pasiones del corazón son muy diferentes según los distintos climas, las leyes deberán ser relativas a la diferencia de dichas pasiones y de dichos caracteres”.

Estas mismas emociones y pasión las vemos trasladadas a la música, a la poesía. Entonces, después de su investigación su respuesta a este profesor fue la siguiente:

“Estimado profesor: lo que dijo me hizo pensar e investigar bastante, y de acuerdo a teorías de la Geopolítica, el clima influye en las emociones, pasiones del ser humano, así como en el desarrollo de los pueblos donde estos habitan. Quisiera hacerle una pregunta. Si su madre y yo le diéramos nuestra opinión sobre un asunto en particular, ¿a quien le haría caso?”.

“A mi madre”, contestó el profesor.

“¿Por qué?”, le preguntó.

“Porque yo sé que a ella le importo, y quiere lo mejor para mí”, contestó.

“Ésa es la misma razón por la cual el señor presidente Obama debe hablarles a los latinos con más emoción, porque una cosa es tomar una decisión robotizada y 100% racional, y otra muy diferente es tomar una decisión porque sabes que le importas genuinamente a tu presidente. Los latinos no somos ciudadanos de segunda clase; por el contrario, el presidente Obama tiene un doble trabajo al hacer los discursos para la comunidad latina, porque debe poner razón, alma, vida y corazón, y no sólo la razón”, explicó Sirlene al sorprendido profesor.

Ahora bien, ¿qué tan importante es eso para el presidente de los Estados Unidos?

Creo que cuando apenas le quedan dos años de mandato, ha seguido los consejos de la súper Longoria, porque el pasado 20 de noviembre, a las 8 en punto de la noche cuando estaban a punto de comenzar los Grammy Latinos, interrumpió los mismos y se dirigió a la comunidad latina sobre su controversial acción ejecutiva, aplaudida por algunos y por otros considerada a medias.

Lo que sí todo el mundo está de acuerdo fue que le puso razón, alma, vida y corazón a esta decisión, que aún sin ser implementada, presenta un voraz enfrentamiento de la oposición.

@JorgeVieraTV

jorgeviera.com

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