Automotrices luchan por cumplir reglas de economía de combustible

Los fabricantes de automóviles del mundo aparecieron confiados y en control de sus destinos en el pasado Auto Show de Detroit, donde desvelaron vehículos de alta tecnología con nuevos y excitantes productos cuando las ventas están en niveles récord. Todo como en un jardín de rosas.

Sin embargo, algunos fabricantes están en aprietos para obtener las estrictas regulaciones de CAFE. Pero ¿qué es CAFE?

El Corporate Average Fuel Economy son las regulaciones en los Estados Unidos promulgadas por el Congreso de Estados Unidos en 1975 a raíz del embargo de petróleo árabe, y estaban destinadas a mejorar la economía de combustible promedio de automóviles y camiones ligeros producidos para la venta en EEUU.

Durante los últimos cinco años los fabricantes mundiales han acelerado a fondo sus presupuestos de investigación, ya que sienten la presión de los gobiernos para mejorar rápidamente el consumo de combustible a fin de salvar al mundo de un exceso de CO2, que algunos dicen que provocará el calentamiento global peligroso. Si no se cumplen los objetivos, las financieramente fuertes y paralizantes sanciones, seguirán.

“El estado de la innovación en la industria del automóvil” mostró un gran compromiso de los fabricantes de automóviles a la nueva tecnología de propulsión, dijo un informe de Thomson Reuters.

“De acuerdo con un análisis de datos de patentes de 2009 hasta julio de 2014, la actividad en la tecnología de propulsión creció de menos de 2,000 patentes a casi 12,000, más que cualquier otra área de la tecnología en la industria automotriz. También fue la única área de patentes para reflejar un crecimiento año a año en el lapso de cinco años “, señala el informe en su sección titulada “Patentes de propulsión a explotar”.

Aunque el informe no dio detalles sobre el tipo de patentes que se solicita, sí se concentraron en baterías, pilas de combustible o ajustes a la tecnología del motor de combustión interna tradicional.

Toyota está a la cabeza con más de 7,000 patentes durante el periodo. Mucho más abajo, GM fue séptimo en la lista con 3,000 patentes, Hyundai tenía 500 en 2010, pero llegó a 1,200 en 2013. Ademas de Ford, había otras cuatro empresas japonesas en los diez primeros, incluyendo Honda y Mitsubishi.

Para darse una idea de la voracidad de nuevas patentes de las automotrices, las empresas del sector automotriz son las primeras en el mundo en solicitarlas, seguidas de los principales sectores industriales: cosméticos, aeronáutica, telecomunicaciones, electrónica, química y energía.

Otras áreas de actividad de patentes incluyen vehículos conectados que permiten comunicaciones Wi-Fi entre los autos con un grado de manejo computarizado. La seguridad y el entretenimiento son prominentes en las patentes también.

Pero según el informe, fue la actividad de propulsión la significativa. El reloj está corriendo rápidamente hacia el año modelo 2025, cuando los fabricantes de automóviles estadounidenses estarán obligados por ley a presumir una eficiencia de combustible promedio de 54.5 millas por galón.

El CAFE parece haber establecido el orden del día para la próxima década de la fabricación de automóviles, y el enorme aumento en las patentes de propulsión refleja esta tendencia predominante.

La escala de los requisitos del gobierno son enormes, algunos podrían decir imposible. Europa exige el consumo medio de combustible de 43 millas por galón americano este año. Esto apretará a 57.4 millas por galón para el año 2020. Estados Unidos requiere un poco menos: 54.5 mpg para el año 2025.

Los fabricantes de automóviles europeos ya están golpeados por las regulaciones del 2015, entre otras cosas porque el sistema de regulación permite a los fabricantes una enorme cantidad de holgura en el cálculo del consumo de combustible de sus vehículos, y exigirá a los consumidores hacer más esfuerzos.

Si apagas el aire acondicionado, calefacción y radio, utilizas neumáticos y aceite especiales, ejecutas una velocidad constante en la carretera, los resultados no son susceptibles de soportar el uso del mundo real, y es lo que enardecería a los consumidores.

Sin embargo, Europa se enfrenta a una enorme cantidad de gastos para cumplir con la meta de 2020, y con objetivos aún más estrictos poco después.

Los fabricantes que operan en los Estados Unidos están aparentemente esperando alguna mitigación en las normas de 2025, dado que fueron escritas en momentos en que se esperaba que la tendencia de los precios del petróleo creciera constantemente, en lugar de la reciente caída del crudo.

Esto ha reavivado el mercado de los grandes consumidores de gas y ha hecho que los vehículos pequeños sean más difíciles de vender, con la bonanza de nuevos y grandes SUVs. Y para peor, las perspectivas para los (EV) vehículos eléctricos se han socavado también.

¿Suavizará el gobierno americano las medidas del 2025, o se endurecerán para que la nueva generacion de vehículos eléctricos, híbridos y de hidrógeno puedan desarrollarse? Está por verse. Mucho depende de los consumidores, en su elección por un planeta mejor.