Atleta pionera y líder a nombre de la mujer
Kathrine Switzer retó al autoritarismo y corrió el maratón de Boston cuando estaba prohibido para las mujeres
Hace 48 años, Kathrine Switzer hizo historia al convertirse en la primera mujer registrada que corrió el Maratón de Boston, hasta entonces exclusivo de los hombres.
Nacida el 5 de enero de 1947 en Amberg, Alemania, Kathrine Switzer, hija de un alto oficial del ejército de Estados Unidos, fue noticia en el maratón de Boston de 1967 cuando cruzó la meta usando el No. 261, luego de un verdadero viacrucis. Pero así abrió el camino a la participación de las mujeres en la prueba reina del atletismo.
La muchacha, que regresó con su familia a Estados Unidos en 1949, estableciéndose en el estado de Virginia, estudiaba periodismo en Syracuse University, cuando le picó la idea de correr el maratón de Boston, según escribió en su autobiografía “Marathon Woman”.
Kathy Switzer cuenta que al no existir un equipo femenino de carreras en la universidad, se unió al club de varones “Syracuse Harriers”. Sin importar las inclemencias del tiempo, las nevadas ni el crudo invierno en el norte del estado de Nueva York, salía a correr con Arnie Briggs, un viejito que se convirtió en su entrenador a pesar de que oficialmente era el cartero de la universidad.
Cautivada por las historias de Briggs sobre su experiencia de 15 Maratones de Boston, y dispuesta a demostrar que una mujer podía completar las 26.2 millas, un buen día de diciembre de 1966 decide participar.
“Vamos a dejar de hablar sobre el Maratón de Boston y vamos a correr”, recuerda que le dijo.
“Ninguna mujer puede correr el Maratón de Boston”, replicó Briggs.
“¿Por qué no? Yo estoy corriendo 10 millas por noche”, respondió la joven estudiante de 19 años.
Arnie se compromete a llevarla a Boston si le demostraba en las prácticas que podía cruzar la meta. Con un entrenador, un compañero de carreras, un plan y una meta: Boston, la carrera más grande de mundo, Switzer se compromete.
Tres semanas antes del Maratón, Kathy firmó el formulario de participación: “K.V. Switzer”, como dice lo hacía con los artículos del periódico de la universidad; pagó los $3 de registración y Arnie se encargó de enviar las solicitudes por correo. Dos semanas después su novio Tom Miller, un ex jugador de fútbol americano de 235 libras, decide unirse al grupo, sin entrenar porque “si una muchacha puede correr un maratón, yo también puedo”.
Al mediodía del miércoles 19 de abril de 1967, el “Día de los Patriotas” en el estado de Massachusetts, el grupo estaba listo para partir al sonido de la chicharra, junto a otros 741 corredores.
“Todos los hombres a nuestro rededor estaban contentos de tener una mujer en su presencia”, escribe Kathy, quien no presagiaba lo que le esperaba, a la altura de la milla 4. Y todo por el labial que usaba. “¡Fuera de mi carrera! ¡Dame mi número”, le gritó Jock Semple, dirigente del Maratón, quien la agarró por los hombres y trató de sacarla. Pero fue “Big” Tom quien lo mandó volar al agresor. Las fotografías dieron la vuelta al mundo.
“Nunca me sentí tan cerca de un acto de violencia física… Estaba aterrada”, escribe Switzer, quien dice que pensó abandonar la carrera. “Pero si renuncio nadie creerá que las mujeres tenemos la capacidad de correr las 26 millas y algo más. Si renuncio, todo el mundo dirá que sólo era un truco publicitario. Si renuncio, retrocederá mucho el deporte femenino en lugar de avanzar. Si renuncio, no volveré a correr en Boston. Si renuncio, ganará Jock Semple y hombres como él. Mi miedo y humillación se transformaron en ira”.
Kathrine Switzer cruzó la meta en 4 horas y 20 minutos, casi una hora más que Bobbi Gibb, la mujer que antes que ella corrió el Maratón de Boston pero sin haberse registrado.
Kathy y otras corredoras pidieron a la Asociación Atlética de Boston que permitiera a las mujeres competir en el maratón, hasta que lo lograron en 1972. En 1974, Switzer fue la cuarta campeona del Maratón de la ciudad de Nueva York, con un tiempo de 3:07’29”; aunque su mejor marca la logró en Boston 2:51’37”, en 1975.