Mito de la justicia comunitaria

Los defensores de la “justicia comunitaria” tratan de legitimar sus acciones violentas pregonando la Justicia Indígena.

A inicios de esta semana, un amigo me envío, a través de una de las redes sociales de internet, un video sobre la llamada “justicia comunitaria” en Bolivia.

En el video se observa a tres delincuentes clamando perdón a la persona que les propina fuertes golpes con un garrote macizo de madera. El castigo es en las manos, pies y la cabeza.

Es una escena escalofriante, no apta para niños o personas sensibles a la violencia. “Última vez que los veo por aquí c…, la siguiente vez los voy a matar”, vocifera una y otra vez el individuo que apalea a los delincuentes. En el video también se escucha a una mujer que los increpa: “¿Por qué roban; por qué no trabajan?”

Los tres hombres están en medio de una muchedumbre que los contemplan con la mirada atónita. Entre la gente, están dos o tres policías que no hacen más que mirar lo ocurrido, incluso dan muestras de que cooperan con la escena sangrienta.

No hay justificación de ninguna índole de este tipo de justicia. Los linchamientos y castigos impuestos en forma espontánea son un atraco a la sociedad moderna, es un reflejo de la falta de estado de derecho y una violación a los derechos humanos.

Cualquier personas que es acusado por un acto violatorio contra el Estado o contra otras personas tiene derecho a un Debido Proceso de la ley (due process of law) dentro de un ordenamiento jurídico establecido. Solo el juez tiene la potestad de decidir sobre la culpabilidad o inocencia del acusado.

Los defensores de la “justicia comunitaria” tratan de legitimar sus acciones violentas pregonando la Justicia Indígena. Nada de lo anterior es cierto. Los grupos indígenas tienen un proceso penal contra los antisociales de su comunidad en base al derecho consuetudinario. Los delincuentes raras veces son castigadossin ofrecerles un Debido Proceso de la ley.

Lo ocurrido en La Paz, Bolivia, y los diversos linchamientos que ocurren en diversas ciudades latinoamericanas son el resultado del presente proceso económico del sistema capitalista.

Después de todo, las políticas que se implementaron desde la década de 1980 han creado un crecimiento económico desigual. Los grupos económicos pudientes multiplicaron sus ganancias, mientras que la gran mayoría de la población se ha relegado en la pobreza.

Así, la delincuencia en América Latina ha ido en aumento. Sin embargo, este deterioro social no quiere decir que la gente asuma el rol de juez y policía. El gobierno, a través de sus instituciones jurídicas, es el único que puede castigar a los delincuentes.
El link del video es: https://www.youtube.com/watch?v=hLr9e-a0Xy4

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