Conmemoran el Día del Obrero Caído

Jornaleros narran sus experiencias y los peligros que enfrentan a diario

Al paso del tren 7 en la esquina de la calle 69 y la Avenida Roosevelt, el ecuatoriano Walter Ventosilla narró con voz portentosa los episodios de dolor y discriminación que los jornaleros de Woodside viven cada día.

Rodeado de activistas y trabajadores que se congregaron para conmemorar el Día del Obrero Caído, Ventosilla expresó que, en sus 28 años de experiencia como jornalero, fue testigo de varios accidentes y fatalidades en el lugar del trabajo.

Mientras el hombre contaba las tragedias ocurridas por la negligencia de los contratistas, un oficial de policía del Cuartel 115 movía la cabeza en desaprobación a la injusticia, al escuchar atento la traducción al inglés de una activista de New Immigrant Community Empowerment (NICE).

“Cuando salimos de casa en las madrugadas, nuestras familias rezan para que regresemos en una pieza”, dijo Ventosilla. “Muchos compañeros acceden a trabajar en condiciones inseguras por sus hijos que esperan pan en la mesa. La necesidad es muy grande”.

De acuerdo con NICE, los jornaleros latinos tienen 30% más posibilidades de sufrir accidentes en el lugar de trabajo. La organización destacó que las muertes de trabajadores hispanos se incrementaron en 28% pasando de 182 en 2010 a 233 en 2013, según las cifras más recientes.

El Día del Obrero Caído se conmemora anualmente el 28 de abril para recordar a los trabajadores que murieron en sus lugares de empleo, o aquellos que sufrieron accidentes y quedaron deshabilitados debido a las condiciones inseguras.

“Es un día de acción que llama a hacer un frente contra el abuso y vigilar que los contratistas cumplan con las exigencias de la ley”, dijo Adriana Escantón, activista de NICE.

Escantón destacó que los jornaleros de la parada de Woodside, en la calle 69 y la Avenida 63, son los que perciben el salario más bajo del área. Walter Ventosilla dijo que mientras los trabajadores que tiene la protección de los poderosos sindicatos ganan entre $35 y $40 la hora por demoler asbesto, los jornaleros reciben entre $10 y $12 la hora.

“Tenemos la especialización de los obreros sindicalizados; sin embargo, estamos expuestos a la explotación. Trabajamos sin protección y en condiciones inhumanas”, dijo Ventosilla, quien emigró en 1985. “No somos materia desechable. Queremos respeto, pago justo y trabajos dignos”.

El Día del Obrero Caído se conmemoró por primera vez en 1984 por iniciativa del Sindicato Canadiense de Empleados Públicos (CUPE). En Estados Unidos se conmemora desde 1989.

La organización pro-inmigrante NICE, que defiende a los trabajadores por día y a las empleadas de casa, realizó una marcha de siete paradas por escuelas, oficinas públicas, empresas y cuartales de policía para diseminar el mensaje de justicia social. La acción terminó en Corona Plaza en apoyo a los padres de los estudiantes de magisterio desaparecidos de Ayotzinapa.

El Proyecto de Justicia Laboral (WJP), que organiza a jornaleros de la parada de Bay Parkway, también realizó una acción en las escalinatas de Brooklyn Borough Hall para recordar a trabajadores como Vidal Sánchez Román, quien murió a principios de este mes luego de caer de una altura de seis pisos de un edificio propiedad de Neptune Group LLC, en Brighton Beach.

“Estamos marchando por Vidal Sánchez Román, quien fue uno de los muchos padres cuya vida fue robada por empleadores poco éticos que ponen precio a su integridad”, dijo Ligia Guallpa, directora de WPJ. “Nosotros no olvidaremos fácilmente, ni pronto la perdida de Vidal y de muchos trabajadores más que han muerto en la construcción de nuestra ciudad”.

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