Más latinos pagan con la vida su trabajo
Tienen el mayor índice de muertes por accidentes laborales en el país, principalmente en la construcción y la jardinería
“Estábamos caminando en la dirección correcta y de repente las cosas se torcieron”, lamenta Peg Seminario, directora de Seguridad y Salud de la confederación sindical AFL-CIO al revelar que en el año 2013 murieron 817 latinos en su lugar de trabajo, 69 más que el año anterior.
De ellos, el 66% eran inmigrantes, la mayoría mexicanos.
El informe “Muerte en el trabajo: el precio de la negligencia”, realizado por la AFL-CIO muestra que mientras a nivel general el número de muertes en el trabajo se mantiene a la baja, entre los latinos va en aumento y en 2013, tras una progresiva mejora, se registró el peor ejercicio desde 2007.
El informe, para el cual se usaron los últimos datos del departamento de Trabajo, indica que 4,585 personas murieron en horas laborales en EEUU –la mayoría de raza blanca, con un total de 3,125-, y otros 50,000 fallecieron a causa de enfermedades vinculadas con sus empleos. Eso equivale a 150 trabajadores muertos a diario por malas condiciones laborales, políticas negligentes o falta de suficientes salvaguardas, entre otras razones.
Con todo, son los latinos los trabajadores que corren más riesgo de muerte en el trabajo. De hecho, la tasa de mortandad es un 18% mayor que en el caso del resto de los trabajadores.
Seminario explicaba ayer que tanto en número como en porcentajes las cifras de los latinos son un revés.
Neidi Domínguez, directora del Centro de Trabajadores de la AFL-CIO indicó que muchos empleados latinos tienen miedo a ser deportados y no se quejan o no conocen las regulaciones, o no tienen experiencia con el equipo que manejan.
Seminario admite que no tienen una respuesta al por qué de este empeoramiento y dijo que se están examinando factores como el aumento del trabajo en la construcción – sector que contrata a muchos latinos- y la jardinería, área en el que hay muchas bajas laborales debido a accidentes en la poda de árboles.
“Los latinos trabajan en los sectores de más riesgo”, explica Seminario.
En la construcción, donde los trabajadores están expuestos a maquinaria pesada y herramientas de alta peligrosidad, se registró el mayor número de muertes entre los latinos: 241, seguido por la jardinería, transporte y almacenamiento.
En la jardinería murieron 33 latinos en 2013 mientras podaban árboles, 87% de ellos eran inmigrantes.
Mientras tanto, el número de latinos muertos en los sectores de gas y petróleo, donde más han aumentado la actividad y los accidentes de la mano del fracking, se ha duplicado desde 2010, con un incremento anual: 25 en 2010 y 39 en 2013.
California, donde más mueren
Los estados más mortíferos para los latinos fueron California: 194; Texas: 192 y Florida: 68
En California, casi la mitad de todas las muertes de trabajadores ocurrieron entre los latinos, que registraron un incremento del 42% en un solo año, uno de los índices más altos jamás vistos en ese estado.
Estos tres estados también fueron los más mortíferos para los inmigrantes en general: 176 en California, 134 en Texas, y 74 en Florida. En esta categoría se suma Nueva York, con la muerte de 60 inmigrantes en 2013. Según los datos de la confederación sindical, del total de 879 inmigrantes latinos que murieron en el desempeño de sus labores, el 66% era de México, seguido por El Salvador, y Guatemala.
Suicidios y lesiones
En 2013, el número de suicidios entre los latinos incrementó un 146% en relación al año anterior y entre los inmigrantes el aumento fue superior al 200%, indica el documento.
Desde la confederación sindical se explica que se necesita explorar el porqué de estos aumentos que también se han detectado entre el esto de trabajadores.
En total, las autoridades reportaron cerca de 3.8 millones de lesiones y enfermedades vinculadas con el trabajo, pero la AFL-CIO asegura que la cifra en realidad podría ser dos a tres veces mayor, con un total de entre 7.6 millones y 11.4 millones de lesiones cada año.
Parte del problema es que, aunque el gobierno federal ha aumentado las sanciones por violación a las normas de seguridad ocupacionales, éstas “aún son demasiado bajas para disuadir las violaciones”. En el año fiscal 2014, la sanción promedio para una violación laboral grave fue de $1,972 a nivel federal y de $1,043 a nivel estatal.
En el caso de una muerte laboral, una sanción promedio impuesta por la agencia a cargo, la OSHA, fue de $5,050 a nivel federal y de $4,438 a nivel estatal, algo que Seminario dijo que era totalmente inadecuado.
Desde 1970, solo 88 casos han sido llevados a tribunales, en los que los empleadores recibieron un total de 100 meses de prisión. Pero, desde ese año, más de 390,000 trabajadores han muerto en el desempeño de sus labores.
La AFL-CIO espera que este informe anual ponga un punto final a la inacción en el Congreso para frenar la mortalidad laboral y ayer se pidió una actualización de las leyes de seguridad en el trabajo.
Para el presidente de la AFL-CIO, Richard Trumka, el informe demuestra la urgencia de que la comunidad latina tenga una mayor voz en los sitios de empleo.
Una forma de lograrlo es que el Congreso apruebe de una vez una reforma migratoria que saque de la sombra a los trabajadores indocumentados y frene los abusos por parte de sus empleadores.
Es una súplica que vienen arrastrando los grupos proinmigrantes durante años, pero que ha caido en oídos sordos.