Dónde es mejor guardar el dinero para emergencias
En caso de que pierda su empleo o sufra una incapacidad, necesitará cubrir gastos de manera inmediata
Cualquier buen planificador financiero le dirá, en general, que guarde por lo menos el equivalente a los gastos básicos de entre tres y seis meses para los malos tiempos. Si alguna vez necesita este dinero, lo necesitará rápido; ¿pero no hay algún lugar mejor donde guardarlo que debajo del colchón? Veamos algunas alternativas.
Un fondo para emergencias lo ayuda a pagar cuentas tales como su hipoteca, servicios básicos y provisiones de alimentos en caso de que pierda su empleo o sufra una discapacidad, o pagar alguna reparación imprevista del automóvil o la casa, por citar algunos ejemplos. Si usted pierde un empleo difícil de conseguir o su hogar depende de un solo ingreso, quizás necesite guardar más que los gastos de seis meses.
Si usted posterga esta necesidad financiera, no está solo. Más de uno de cada cuatro estadounidenses no ahorra para emergencias, según una encuesta reciente de Bankrate: cerca de una de cada cinco personas ahorra lo suficiente para cubrir menos de tres meses de gastos.
Sin embargo, más de un tercio (34%) de los encuestados dijo haber sufrido un acontecimiento imprevisto reciente, como un inconveniente médico o un gasto asociado a la vivienda, que causó escozor financiero, según la encuesta nacional de Pew Research.
El tamaño ideal de este fondo depende de factores tales como la cantidad de ingresos de su hogar, las ganancias que percibe de otras fuentes, como pensiones o inversiones, el acceso a una línea de crédito hipotecario y su costo de vida general. Muchas personas también subestiman los gastos o solamente consideran los gastos fijos como la hipoteca o los pagos del automóvil. Analice todo su presupuesto.
Con la desaparición de las cuentas de ahorro que pagan mucho más que míseros intereses (si acaso alguno), la gran pregunta que cabe hacer es en dónde invertir su fondo para emergencias. Este fondo debe ser líquido; usted necesita contar con acceso fácil al dinero sin tener que esperar días, semanas o meses.
Una sugerencia es colocar su fondo para emergencias en una cuenta corriente o de ahorro. Muchos bancos y cooperativas de ahorro y crédito todavía ofrecen estas cuentas. Aunque la Corporación Financiera de Seguro de Depósitos (FDIC) le asegura hasta $250,000, no espere ganar intereses altos; una cuenta de ahorro o corriente general paga entre 0.10% y 0.25% anualmente.
Otra gran alternativa que tiene es una cuenta del mercado monetario de un banco, una sociedad de bolsa que cobra comisiones inferiores u otra institución financiera. Estas cuentas son líquidas y estables, y generalmente invierten en bonos y otros papeles de bajo rendimiento. En lo que parece ser una tendencia entre esos activos actualmente, los mercados monetarios también pagan bajos intereses, en general del orden de 1% o menos.
No se trata de tasas de rentabilidad elevadas, que en general conllevan una mayor exposición al riesgo. No ponga en riesgo su fondo para emergencias en absoluto. Por ejemplo, colocar el dinero que reserva para emergencias en un fondo mutuo de acciones agresivo (que no recomiendo) puede generarle mejores rentabilidades.
Su red de seguridad para una situación extrema también puede dañarse –incluso desaparecer– durante una crisis o una corrección del mercado. Puede quedarse con una parte muy pequeña del dinero que originalmente usó para financiar la cuenta. Eso es realmente negativo en una emergencia financiera.