La bolsa es la vida del boxeador pobre
Ante las millonarias cifras que se manejar el sábado en Las Vegas, es bueno recordar que los peleadores con pagas de miseria, también son el boxeo
Floyd Mayweather Jr. y Manny Pacquiao ganaron su derecho en buena ley y les pertenece de manera legítima. Son los dueños de esta noche en el MGM Grand Arena de Las Vegas donde el deporte presta vestimenta de héroes a dos artistas que están listos para un show.
Qué sea una gran pelea, es otra cosa y eso ya lo veremos. Pero lo seguro es que esta noche que se marca de manera puntual como la jornada más mediática, empalagosa, millonaria y publicitada del boxeo, con total seguridad se queda como la más rentable para los boxeadores. Será el día en que los hombres que arriesgan su vida en el ring cobren un salario acorde con lo que producen.
Ya está discutido que el solo hecho de que un boxeador gane $120 millones en una noche es un escándalo, pero si se los gana, que se los paguen.
Pero cuidado, que esta noche mágica teñida de glamour, color y música no puede alejarnos de la realidad global del boxeo que sigue siendo de manera mayoritaria un deporte de competidores pobres.
Conseguir millones para Pacquiao y Mayweather merced al favor de la economía global es cosa de tener una gran capacidad de gestión corporativa, pero conseguir las fórmulas para mejorar las condiciones básicas del boxeo desde sus raíces, necesita de una condicion humana superior, que Bob Arum, Al Haymon, De la Hoya y demás promotores de éxito, todavía no nos dieron a conocer.
Para Mayweather la bolsa millonaria que negocia es un capricho, pero para el boxeador de barrio bajo que pelea en palenques de pueblitos lejanos, la bolsa es la vida.
Linda noche para el boxeo en Las Vegas, pero esa no es nuestra realidad y por eso no puede apartarnos de la verdad cruda y dura: los peleadores con pagas de miseria, también son el boxeo.