La voz de los sin voz aún está presente

Varios programas llevan el mensaje de soldaridad de Romero al mundo de las pandillas

SAN SALVADOR

“Monseñor es un símbolo de esperanza de que esto algún día va a cambiar. Hoy la situación es crítica para la gente joven como yo. La gente no entiende el sistema que opera que en la colonia y nos condenan para toda la vida si las cosas cambiaron con Monseñor Romero, tal vez algún día cambien para nosotros”, dice Byron, de 22 años, miembro de la mara que domina la humilde colonia Valle del Sol, en Apopa.

“Yo he oído hablar mucho de él, pero ¿qué le puedo decir? Él defendía a los pobres”, dice el joven receloso de las preguntas.

La desconfianza de Byron y de jóvenes como él que son reconocidos por el sistema judicial como mareros, es muy grande. Por una parte, la policía los mantiene en la mira, los vecinos les tienen miedo y los detestan, mientras que la dirigencia de las pandillas los utiliza y los descarta como papel higiénico.

“Para el gobierno todos somos delincuentes… en mi caso, por ejemplo, no estoy trabajando porque no hay trabajos. Yo soy una persona trabajadora que no le hago mala cara al trabajo si hay, yo puedo arreglar golpes a los carros y puedo hacer muchas otras cosas, pero simplemente no hay trabajo. No hay recursos para hacer nada y entonces ¿qué hago?”, se pregunta.

Byron ha sido condenado por el sistema judicial en dos ocasiones por “asociaciones ilícitas”, es decir, por ser marero. Actualmente cumple con 200 horas comunitarias en una organización sin fines de lucro en Apopa llamada Grupo Trigo, que cuenta con un programa de reinserción.

Varios familiares de Byron, entre ellos sus hermanos, cumplen condenas en diferentes cárceles del país por extorsión.

“Yo quiero tener una mejor vida. Una vida que no sea delinquir, pero no sé si me van a dejar. No sé si voy a poder encontrar un trabajo. No sé si… no sé si voy a estar vivo”, acotó.

En lo que va de mayo, los homicidios en El Salvador entre pandilleros y en contra de la población general han incrementado en un 83% comparado con el mismo período del 2014. Durante los primeros 19 días de mayo se registraron más de 400 asesinatos.

 Alternativas

Jonathan Serrano, de 24 años de edad, es un voluntario del nuevo programa de Política Nacional de Empleo Juvenil que fue inaugurado el jueves por el presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén.

“La situación para los jóvenes en el país es complicada. De cualquier lado nos atacan. Los policías nos detienen para registrarnos. Los mareros nos atacan y, sí, es difícil encontrar empleo. Por eso soy voluntario porque quiero ayudar a otros jóvenes que como yo buscan otras alternativas.

Jonathan no sabe si tendrá la oportunidad de hablar con jóvenes como Byron, para informarle sobre la nueva política nacional.

“Nosotros llevaremos el mensaje de Monseñor Romero de ser La Voz de los Sin Voz. Habrán oportunidades de que jóvenes que han sido excluidos en el pasado, puedan crear su propio futuro ya sea a través del autoempleo o de ser emprendedores. La juventud tiene que ser incluyente”, dijo Jonathan.

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