Obama: EEUU ha ignorado “el desastre sin igual” de la violencia armada

Obama ofrece panegírico a pastor asesinado en masacre en Charleston

Washington, DC – En un emotivo panegírico que puntualizó con un canto de la música “gospel”, el presidente Barack Obama hizo un llamado este viernes a la reconciliación racial y el fin de la violencia con las armas, durante el funeral del pastor Clementa Pinckney, masacrado junto a ocho feligreses en una iglesia negra en Charleston (Carolina del Sur) la semana pasada.

Ante más de 5,000 personas, Obama leyó los nombres de las nueve víctimas asesinadas por un supremacista blanco en la glesia Emanuel African Methodist Episcopal Church el pasado 17 de junio, y dijo que Pinckney, de 41 años, era un “hombre de Dios que vivió su fe”.

“Como nación a raíz de esta terrible tragedia, Dios nos llenado de gracia al permitirnos ver cuando estábamos ciegos. El nos ha dado la oportunidad de encontrar, donde estábamos perdidos, lo mejor de nosotros”, dijo Obama, cuyo discurso de casi 40 minutos mezcló la política con referencias bíblicas.

Al final, Obama sorprendió a todos al cantar “Amazing Grace”, un himno cristiano altamente popular en las iglesias negras, y pronto el resto de los asistentes, principalmente afroamericanos, se sumó al canto.

Obama ya ha tenido que dar discursos para consolar a víctimas de la violencia de las armas o del odio racial, pero esta masacre le afectó personalmente porque Pinckney lo conoció y apoyó durante su campaña electoral en 2008.

Por otra parte, Obama indicó que el responsable de la masacre, Dylann Roof, no logró profundizar las divisiones que datan “del pecado original de nuestra nación” sino que, por intervención divina, las familias de las víctimas han respondido con el perdón.

Roof, que aparece en fotos con la bandera confederada, era fiel seguidor de supremacistas blancos y, según declaró, entró a la iglesia durante la hora de estudio bíblico a “matar negros”. Roof afronta nueve cargos de homicidio y podría recibir la pena de muerte.

Al ofrecer una meditación sobre las tensiones raciales en EEUU, Obama también pidió la retirada de la bandera confederada del Capitolio en Columbia, capital del estado, por considerar que, aunque ésta no fue la causa de la masacre, es un recordatorio de la opresión racial.

Quitar la bandera no sería “un acto de corrección política”, ni un insulto a los soldados confederados sino un reconocimiento de que la esclativud que defendieron fue una causa “equivocada”, señaló.

Obama, que estuvo acompañado de su esposa, Michelle Obama, del vicepresidente Joe Biden, se reunió en privado con los familiares de las víctimas al concluir el servicio fúnebre.

Numerosos líderes del Congreso también participaron y, de hecho, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, viajó a Charleston con Obama en el avión presidencial.

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