La pasión está garantizada

Argentina y Messi llegan en forma y hambrientos de una Copa, pero el anfitrión Chile quiere hacer historia

La última vez que la selección de Argentina levantó una Copa de un torneo mayor fue hace ya 22 años. Ocurrió en la Copa América de Ecuador 1993, cuando Gabriel Batistuta les rompió el corazón a los mexicanos con el gol decisivo de la final en Guayaquil.

Suena increíble, pero la siempre venerada Albiceleste ha ido acumulando años y torneos sin lograr la meta que tiene todo representativo argentino de fútbol: el título.

Esa espera estuvo cerca de terminar el verano anterior cuando Argentina se metió hasta la final del Mundial de Brasil, cayendo en tiempo extra contra Alemania.

Y ahora, en Chile 2015, la Albiceleste está de nuevo en el juego de campeonato.

La final de Santiago no podría ser más interesante, porque para terminar con el largo y sufrido ayuno, Argentina tendrá que pasar nada menos que sobre el equipo de casa, una sólida, dinámica y súper motivada selección de Chile, que a su vez regresa a una final continental 28 años después de la última ocasión y que busca alzar la bella e imponente Copa América por primera vez en su historia.

Messi y la Copa

Formidable fue aquella foto lograda por Bao Tailiang, en la que capturó a Lionel Messi detenerse a mirar desde pocos centímetros de distancia la Copa del Mundo, cuando caminaba al palco de honor a recibir su medalla de subcampeón.

Bueno, la Copa América no tiene la misma importancia global de la Copa del Mundo de la FIFA, pero es bastante especial. Se trata de una pieza legendaria creada en 1916 que sirve para premiar al campeón sudamericano.

Messi ya ha ganado todo como jugador de club con el FC Barcelona y en selecciones menores también se cubrió de gloria. Pero dada su estatura mundial e histórica en el deporte, ganar esta primera Copa mayor con Argentina le resulta su más importante misión como futbolista, al menos de aquí al Mundial de Rusia 2018.

El mejor jugador del planeta llega a la Final entero, hambriento y sintiendo la playera más que nunca a juzgar por sus actitudes y alegría.

La “Pulga” ha hecho un buen torneo, uno en el que su rol ha sido de armador más que de goleador. Su único gol fue de penal en el primer partido, pero luego contra Colombia en cuartos de final y, sobre todo, frente a Paraguay en semifinales puso magia en la cancha y ayudó a que otros tuvieran oportunidades y las aprovecharan.

Messi no está solo. Argentina, que dirige Gerardo “Tata” Martino, trae un equipazo con Ángel di María, “Kun” Agüero, Javier Pastore y Javier Mascherano como el hombre del equilibrio, entre otros.

Final apasionante

Con Messi enchufado y el elenco argentino comprometido por darle una Copa a su nación, uno tiene que marcarlos como favoritos.

Por cierto, en 33 partidos de Copa América que ha jugado la Albiceleste en territorio chileno, ha ganado 25, empatado siete y perdido tan solo una vez (0-2 contra Uruguay en 1926).

Pero sería un error subestimar a Chile.

La Roja, primero que nada, tiene gol. Logra llegar a las redes de distintas maneras: con desborde, con potencia, con disparo, etc. Pero sobre todo, Chile cuenta con la bendita localía y la voz de un pueblo que igualmente muere por un campeonato.

Uno apenas puede imaginar lo que será el Estadio Nacional, con toda su historia y simbolismo, el sábado. Hombres como Alexis Sánchez, Arturo Vidal y Eduardo Vargas han ayudado a que Chile sea el equipo más contundente de la Copa.

La más reciente ocasión que un equipo anfitrión disputó la final, Colombia derrotó a México en 2001. Argentina busca su 15ª Copa América para igualar a Uruguay en el liderato histórico.

La ruta chilena

2-0 a Ecuador

3-3 con México

5-0 a Bolivia

1-0 a Uruguay

2-1 a Perú

13 goles anotados, 4 recibidos

4 victorias y un empate

El camino de Argentina

2-2 con Paraguay

1-0 a Uruguay

1-0   a Jamaica

0-0 con Colombia (5-4 p.)

6-1 a Paraguay

10 goles anotados, 3 recibidos

3 ganados y dos empates

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