El paradójico “regreso” de Pete Rose, un grande del béisbol expulsado por apostar

Actualmente vive de su trabajo como comentarista del canal Fox y de firmar autógrafos, algo que hace en Las Vegas, ciudad que paradójicamente fue testigo de su caída

Es el expelotero que más batazos ha dado en la historia de las Grandes Ligas del béisbol profesional de Estados Unidos.

No hay otro que haya jugado más que él (3.562 partidos), o haya tenido más turnos al bate (14.053), o sencillos (3.215) o outs (10.328).

Fue también parte fundamental de la legendaria Gran Maquinaria Roja de Cincinnati en la época de oro del pasatiempo favorito de los estadounidenses.

Su temperamento eléctrico y contagioso no ha vuelto a verse en los estadios desde que dejó constancia de un récord que muchos ven inalcanzable: 4.256 hits.

Sólo un par de esos logros lo haría merecedor de un lugar entre los mejores de la historia.

Sin embargo, no está ni siquiera cerca de ser elevado al Salón de la Fama de Cooperstown, donde están los grandes del béisbol.

Todo por haber cometido el peor pecado de todos los pecados: apostar en el béisbol cuando era jugador activo y luego manager de los Rojos.

Por ello Pete Rose fue expulsado de por vida de ese deporte en 1989 y como consecuencia nunca podrá ser nominado para entrar en el listado oficial de los mejores.

A no ser que el cabildeo a favor de un perdón rinda frutos a partir de este martes cuando se realice en el Cincinnati de sus éxitos el Juego de las Estrellas del béisbol.

Juego de las Estrellas

Este año Rose cumple 30 de haber roto el récord de más inatrapables, en ese entonces en manos del legendario Ty Cobbs.

Muchos seguidores de los Rojos de Cincinnati quieren que Rose sea perdonado.

Pero lo que está empujando a muchos seguidores del ex primera base a pedir que borren su falta, es el hecho de que por primera vez será homenajeado desde que fue suspendido de por vida.

Y lo más simbólico es que ocurrirá en el Juego de las Estrellas que se realizará en el estadio de su antiguo equipo, el Great American de los Rojos de Cincinnati, donde jugó durante 19 años.

Será una ocasión especial, ya que los Rojos le rendirán el segundo mejor tributo al que podría ser nominado: ser uno de los Cuatro de la Franquicia, conformado por Joe Morgan, Johnny Bench, Larry Larkin y él, el club de los mejores del equipo de todos los tiempos, que además tiene la particular característica de que fue votado por los fanáticos del conjunto.

Este es considerado el perdón oficial de los Rojos por sus apuestas en Las Vegas. Y también es visto por muchos como el inicio de las gestiones de Rose para que lo perdonen.

De hecho, el expelotero de 74 años tiene previsto asistir a una audiencia sobre su situación el próximo mes de agosto, según informó al diario USA Today Sports un asesor de Rose.

Para ello presentará el caso en Nueva York ante el comisionado del béisbol de Estados Unidos, Rob Manfred, la máxima autoridad de ese deporte.

Pero sus faltas son consideradas muy graves y algunos temen que podrían sentar un precedente contraproducente para el béisbol si son perdonadas.

Miles de dólares en apuestas

Rose reconoció mucho tiempo después de ser suspendido de por vida que, en efecto, hizo apuestas cuando era manager de los Rojos.

Pasaron además dos décadas desde la sanción para que Rose reconociera que hizo apuestas mientras era manager, US$10.000 diarios según datos de la investigación que llevó a su suspensión.

También apostó mientras era jugador activo, lo que agrava mucho más su caso, de acuerdo a documentos a los que tuvo acceso recientemente el canal deportivo ESPN, algo que Rose niega.

Pete Rose vive actualmente de su trabajo como comentarista del canal Fox y de firmar autógrafos, algo que hace en Las Vegas, ciudad que paradójicamente fue testigo de su caída.

El levantamiento de su sanción lo haría candidato seguro a un puesto de coach o incluso de manager en su amado conjunto de Cincinnati.

Pero no pocos argumentan que eso nunca ocurrirá, que apostar es el equivalente al asesinato en primer grado en el derecho penal, lo que -también haciendo comparaciones- acarrea una pena de por vida, sin derecho a libertad bajo fianza.

Por ello el consenso es que lo que ocurrirá este martes en el Juego de las Estrellas será lo más cerca a la gloria que Rose experimentará como el jugador fuera de serie que alguna vez fue.

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