Missouri ejecuta a preso por secuestro, violación y asesinato
David Zink, un hombre de 55 años secuestró, violó y asesinó a una joven en 2001
El estado de Missouri ejecutó el martes a David Zink, un hombre de 55 años que en el 2001 secuestró, violó y asesinó a una joven de 19.
A Zink lo declararon muerto a las 19.41 hora local, ocho minutos después de recibir una inyección letal de pentobarbital en la prisión de Bonne Terre, informó el Departamento de Correcciones de Missouri.
Según los investigadores, el 12 de julio del 2001 Zink colisionó su vehículo contra el de la joven Amanda Morton cerca de la localidad de Strafford, momento que aprovechó para secuestrarla.
Tras la denuncia por su desaparición, las autoridades encontraron el automóvil de Morton abandonado en un lateral de la autopista, con las luces y el motor encendido y con sus objetos personales abandonados en el interior.
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Zink llevó a su víctima a un motel de Camdenton, a 70 millas (unos 110 kilómetros) del lugar del accidente, cuyo propietario alertó a la Policía que ambos habían pasado por su establecimiento esa noche.
El propio Zink, tras ser detenido, llevó a la Policía hasta el cementerio en el que había enterrado el cuerpo sin vida de Morton.
La había estrangulado, tenía el cuello roto y la médula espinal cortada a rodajas.
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En el momento del crimen tan solo llevaba un mes en libertad tras cumplir 20 años de encierro en el estado de Texas por el secuestro y violación de otra mujer.
Los abogados de Zink trataron de evitar el desenlace con una avalancha de apelaciones de última hora, entre ellas una demanda contra el protocolo de ejecuciones del estado de Missouri, cuya inyección letal consideran inconstitucional.
Zink se convirtió en el quinto preso ejecutado este año en Missouri y el número 18 en todo el país.
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Desde que el Tribunal Supremo reinstauró la pena de muerte en 1976, 1.412 presos han sido ejecutados, 85 de ellos en el estado de Misuri.
Texas, por su lado, tiene previsto ejecutar este jueves a Clifton Williams, un afroamericano de 31 años condenado por el asesinato en 2005 de una anciana de 93 a la que apuñaló, estranguló y cuyo cuerpo quemó.
Si nada lo impide, Williams será el décimo ejecutado este año en Texas.
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